Tal como indican los estudios y encuestas realizadas desde hace décadas, las personas mayores quieren mayoritariamente residir y participar en su entorno habitual de vida en sus viviendas, barrios y pueblos, antes que ir a una residencia. Además, hay que tener en cuenta que actualmente la población en Navarra de mayores de 65 años es de 19,80% pero en el año 2035 será del 26%.

Aunque mantengamos buenos puestos en inversión en comparación con otras comunidades autónomas, la realidad de Navarra no es la más deseada. Navarra es una de las comunidades que más utiliza las ayudas económicas a las familias, (solo superada por Valencia y Murcia) en detrimento de la prestación de servicios especializados. Queda claro que se abusa de las ayudas económicas, si bien en los últimos años, al igual que la media estatal, esta situación ha tenido una leve mejoría.

Para que las personas mayores puedan quedarse en sus domicilios, es imprescindible potenciar los servicios de atención domiciliaria y los Centros de Día, y que esa potenciación no sea a base de privatización, sino de buscar fórmulas en las que la gestión pública haga viable estos servicios, tanto en el ámbito rural como en las ciudades.

Además, es de vital importancia la integración sociosanitaria de los servicios de atención domiciliaria y centros de día en los centros de salud para el seguimiento y la detección del deterioro en las personas mayores, para así poder comunicar cuanto antes cualquier problema de salud a su médico de Atención Primaria.

La gestión de algunos de los servicios de proximidad como los centros de día, se considera, en ocasiones, para los ayuntamientos y mancomunidades, menos gravoso y más sencilla la privatización. Ello conlleva que se pierda calidad por varios motivos. Por un lado, se deja de coordinar los servicios de atención domiciliaria y los servicios de proximidad e incluso de salud, coordinación que se hace cuando los servicios son públicos; también se privatiza la gestión de los centros de día que se hacen nuevos. Además, el objetivo de las empresas con ánimo de lucro es obtener el máximo beneficio. Esto repercute en los niveles salariales, en la estabilidad de los empleos, en mayor dificultad para las sustituciones de las trabajadoras en caso de bajas, etcétera. En resumen, en un personal menos especializado, con más rotación, con menos incentivos.

En el debate que promovimos entre las fuerzas políticas de Navarra antes de las elecciones al Parlamento de Navarra, parece que quedó bastante consensuado que la organización y la forma de inversión en la dependencia en lo que se refiere a la atención a los mayores por la administración de Navarra debía merecer un debate y una puesta al día. También, aunque en esto la derecha de UPN no estaba de acuerdo, la apuesta por la gestión pública. De hecho, los puntos 5 y 7 de las políticas sociales del acuerdo de gobierno proponen, literalmente, “mantener la gestión pública del SAD ampliando su atención a mañana, tardes, fines de semana y festivos” y “continuar con el impulso al plan de centros de día públicos por toda Navarra de gestión municipal”.

Nuestras reivindicaciones tienen por lo tanto la ventaja de que van por el mismo camino que se marca el nuevo Gobierno. Queremos hacer que la atención centrada en las personas sea mirando realmente por las personas, y eso solo se consigue invirtiendo en más personal de todas las categorías profesionales; apostamos por incrementar los servicios de inspección; consideramos necesario eliminar de la gestión de la dependencia en el menor plazo posible a las empresas con ánimo de lucro, como una primera actuación encaminada a la gestión pública. Por último, hace falta ir homogeneizando los servicios que dan los ayuntamientos y mancomunidades, aumentando la financiación y subvenciones desde el Gobierno de Navarra para que se incentive la calidad. Esta financiación y subvenciones deben estar basadas en que la gestión de los servicios sea pública.

A grandes rasgos, dos son por la tanto las reivindicaciones inmediatas que Mayores Frente a la Crisis planteamos y que entendemos convergen con el nuevo Gobierno y la mayoría que lo sustenta: por un lado, necesitamos un incremento sustancial presupuestario que permita la contratación de personal, que seguro va a ser femenino, que es uno de los mayores nichos de paro en estos momentos. Por otro, urge la puesta en marcha legislación hacia las personas mayores que permita una mejor organización, subvención y atención.

El autor es secretario general de la Federación de Pensionistas de CCOO de Navarra, en representación de Mayores Frente a la Crisis