Osasuna cayó ayer en el Ciutat de Valencia contra el Villarreal (2-0) y, además de encajar su segunda derrota consecutiva en Liga (los rojillos venían de perder 1-2 contra el Valencia en El Sadar), se marchó a Pamplona con otra sangría de tarjetas amarillas (los jugadores del conjunto navarro vieron un total de seis) y con un penalti en contra por tercera jornada consecutiva.

A Sergio Herrera le había salvado el larguero en las penas máximas que le habían lanzado en encuentros precedentes. Hace tres jornadas, en el Santiago Bernabéu, fue Karim Benzema quien falló el disparo con 1-1 en el marcador, a la postre el resultado definitivo de un encuentro en el que Osasuna jugó con uno menos, por expulsión de David García, desde el penalti que erró el francés. Hace dos, en el Sadar, fue Edinson Cavani el que desaprovechó una pena máxima cuando el Valencia ya ganaba 0-2 un partido que terminó 1-2 y con los rojillos con dos menos por las rojas a Unai García y Rubén Peña. Pero el portero de Miranda de Ebro encajó ayer el penalti que él mismo cometió sobre Iván Baena en el minuto 49 y que tres después (al futbolista del Villarreal le tuvieron que atender sobre el terreno de juego por el tremendo golpe que se llevó de Herrera en la cabeza) materializó el neerlandés Arnaut Danjuma para anotar el 2-0 definitivo.

David García, reservado

Si bien es cierto que Osasuna terminó ayer con once jugadores, algo que no había ocurrido en sus tres partidos anteriores por las expulsiones del Chimy Ávila –contra el Getafe en El Sadar (0-2)–, David García –contra el Real Madrid en el Bernabéu (1-1)– y Unai García y Rubén Peña –ambos vieron sendas rojas directas contra el Valencia en Pamplona (1-2)–, también lo es que salió del Ciutat de Valencia muy castigado por las seis tarjetas amarillas que mostró a los rojillos el árbitro del encuentro, el asturiano Pablo González Fuertes. Ninguna de ellas tendrá efecto inmediato en forma de sanción porque solo David García se encontraba en riesgo de ver la quinta y completar el ciclo. Tanto es así que Jagoba Arrasate, con el partido ya muy cuesta arriba tomó la decisión de sustituir al cenral de Ibero a escasos 15 minutos para el final del choque. ¿El objetivo del entrenador? Evitar que viera una amarilla que le impidiera jugar el próximo jueves contra el Espanyol en El Sadar y tener disponible a un futbolista capital.