Apagar y encender. Sigue siendo el método más eficaz. Funcionaba cuando en los viejos televisores la imagen quedaba enlutada en la pantalla y no reaccionaba a los golpes con la mano en la parte superior de la caja. Y hoy, con tecnologías punta, cuando el ordenador se queda congelado, pulsar el interruptor es la solución de emergencia. Parar y resetear. Es lo que debe hacer Osasuna en este paréntesis en la competición antes de encarar las semanas más cruciales de la temporada. No solo está en juego el pase a una final de Copa, también el reto de superar en la clasificación el techo de la pasada campaña y tratar de alcanzar una plaza europea; y de paso, incrementar los ingresos. Porque si la diferencia con el séptimo puesto es hoy de 2 puntos, esperan por delante 12 jornadas y el osasunismo sabe que en cualquier momento el equipo encadena tres triunfos consecutivos y vuelve a aspirar a todo.

El propio Jagoba Arrasate habló después de la severa derrota sobre la importancia de “limpiar la mente”. Falta va a hacer, porque Osasuna ha entrado en esas fases de confusión tan repetidas en los últimos años en las que es capaz de ofrecer diferentes caras en el mismo partido. Ayer, por ejemplo, estuvo desaparecido en la primera mitad, persiguiendo un balón que no era capaz de conservar en sus pies, sin dar con la tecla en la presión y sin encontrar soluciones ante la mejor ocupación del espacio por parte del Villarreal. Sin embargo, tras el descanso ofreció un perfil más agresivo, con criterio en la circulación de la pelota; dominando y tratando de controlar la respuesta a la contra de un rival que cuando se pone exquisito es complicado de tratar. Es cierto que el 0-3 emborrona ese esfuerzo, pero sirve para visibilizar las debilidades de un Osasuna que en partidos de este corte necesita un cien por cien de concentración en el marcaje y también en el remate.

Budimir ha marcado 2 goles en 20 partidos. Oskar Montero

Son varios los asuntos a revisar en el parón. Uno se me antoja fundamental: la falta de eficacia en el remate a gol. Son cuatro partidos consecutivos sin marcar en El Sadar y la hinchada mira con preocupación y enciende velas a la espera de que Chimy, Budimir y Kike García vuelvan a acertar. Son un trío productivo, pero en lo que va de curso su aportación está por debajo de lo esperado, en particular la del croata. Ayer hubo mucho balón colgado sobre el área, pero no cazaron ninguno, ya fuera un goloso pase de Abde o un envío de Barja, a quien pese a ser el más desequilibrante en el segundo periodo, Arrasate retiró del campo.

Vídeo resumen del Osasuna 0 - Villarreal 3 DIARIO DE NOTICIAS

La otra tarea de esta pausa la tienen los árbitros. El mal uso del VAR está sembrando la confusión: lo que es no es, y lo que no es es. Y son muchos los colegiados que pitan condicionados, sumisos a lo que sugiera el compañero que maneja las pantallas. Ayer, el balón tocado por Chimy cae en el brazo extendido de Yeremy; intención del jugador amarillo, ninguna; decisión en muchos partidos: penalti. De nuevo, Osasuna perjudicado por la disparidad de criterios, esta vez en el momento crítico, cuando porfiaba por lograr el empate.

En fin; creo que estos quince días le vendrán bien a Osasuna para recomponerse. Para el VAR, como las viejas televisiones, sugiero que prueben a darle unos buenos golpes. Porque, en el caso de los árbitros, lo de limpiar la mente lo veo difícil a corto plazo.

Confidencial

Sin noticias del CTA. Después del reciente cruce de cartas, no ha habido comunicación entre Osasuna y Medina Cantalejo: ni visita para ver cómo funciona el VAR ni, por el otro lado, el audio del gol anulado a Abde. Tampoco ha habido intermediación por parte de la Federación Española ni nadie la ha solicitado.

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Estas son las notas de Osasuna en su partido contra el Villarreal DIARIO DE NOTICIAS