Un solitario gol de Rubén García en Cádiz le sirvió a Osasuna para conseguir los tres puntos de la Tacita de Plata, y le permitió al cuadro de Jagoba Arrasate continuar peleando por el sueño europeo. Sin embargo, el de Xàtiva, que formó parte de la rotación que alineó el vizcaíno, ha visto cómo su rol en el equipo ha ido a menos, recogió los frutos al trabajo que lleva sembrando un futbolista que ha reconocido en más de una ocasión haber asumido su situación.
Sin embargo, el valenciano llevaba alejado de los terrenos de juego desde principios de mes por una lesión muscular de la cuál se acordó al finalizar el partido, cuando le preguntaron en los micrófonos de DAZN por su gol.
“Tengo en la mente un control orientado, el golpeo va recto, muy seco, entra cerca del palo. Contento por una victoria muy importante para nosotros y contento a nivel individual, porque venía de estar con molestias y mis compañeros los fisios han hecho un trabajo, ‘Pablito’ –en referencia a Pablo Iriarte, el readaptador del equipo– que han estado conmigo al pie del cañón”, respondió sin dudar el jugador, que con el de ayer suma cuatro dianas esta temporada, en los 22 encuentros que ha disputado entre Copa y Liga.
Sin embargo, tres de sus cuatro goles cambiaron el signo del partido. Sus tantos ante el Rayo Vallecano y el Cádiz en liga significaron la victoria para Osasuna, mientras que en Copa del Rey ante el Arnedo amplió distancias en el marcador, y forzó los penaltis en Sevilla ante el Betis.
