Los enfrentamientos entre Osasuna y Athletic siempre tienen su miga y sus piques y el que ambos equipos protagonizaron ayer en El Sadar, en partido correspondiente a la segunda jornada de Liga de Primera División, terminó con la expulsión de dos futbolistas, uno de cada bando: el navarro Oihan Sancet, que dejó en inferioridad numérica al conjunto bilbaíno durante media hora por doble amarilla, y el rojillo el Chimy Ávila, al que el árbitro del encuentro, el jienense José Luis Munuera Montero, le enseñó la roja directa por una fea entrada a Álex Berenguer en el minuto 94, poco antes de decretar el final del encuentro.

A Sancet le expulsaron, como reflejó el colegiado en el acta, por “doble amarilla”. La primera la vio el futbolista de Mendillorri en el minuto 47 (ya en la segunda parte) por “derribar de forma temeraria a un contrario en la disputa de un balón”, mientras que la segunda se la mostraron en el minuto 59 por “encararse con un adversario sin llegar al insulto o la amenaza”. Fue benévolo en este sentido el juez de la contienda, pues en la repetición de la jugada se pudo comprobar como Sancet, en una pugna con David García, soltó el puño en busca del rostro del central de Ibero, aunque sin llegar a impactar en el jugador de Osasuna. La acción pudo ser merecedora de una tarjeta roja directa.

El que tampoco se libró de la expulsión fue el Chimy Ávila, al que el árbitro le enseñó la roja directa en el minuto 94 por, según escribió en el acta, “realizar una entrada a un contrario (en este caso el exrojillo Álex Berenguer) con los pies en forma de plancha con uso de fuerza excesiva en la disputa del balón”. “Dicho rival recibió atención médica y pudo continuar jugando”, precisó el colegiado, por lo que habrá que esperar a ver qué sanción le cae al argentino, que podría ser de más de un partido.

La cuestión es que la entrada no les gustó ni un pelo a los jugadores del Athletic, que corrieron como posesos hacia el Chimy para recriminárselo y fue necesaria la intervención de varios futbolistas de Osasuna para poner paz. Al término del encuentro, Iñaki Williams habló de la acción y opinó que “el Chimy estaba revolucionado, pero no es la primera vez que hace algo así y tiene que recapacitar”. Se refería el mayor de los Williams a la entrada que el argentino le hizo hace dos cursos a su hermano Nico en El Sadar y que también le costó la roja. Por su parte, Aitor Fernández, que no vio bien la acción, dijo que, “si ha sido tan clara como dicen, tendrá que hacer autocrítica”.

El delegado Iñaki Ibáñez también es expulsado

La trifulca que se montó al final del partido por la entrada del Chimy Ávila a Álex Berenguer y que terminó con la expulsión con tarjeta roja directa para el futbolista argentino de Osasuna, también tuvo otras consecuencias, pues el árbitro del encuentro, José Luis Munuera Montero, del Comité andaluz, también expulsó de la misma forma al delegado del conjunto navarro, Iñaki Ibáñez, al que le enseñó la cartulina colorada y le envió al vestuario antes del final del partido por, según explicó en el acta, “salir de su área técnica acercándose al árbitro asistente 1 encarándose con él, protestando de forma airada y reiterada una de nuestras decisiones”