Al entrenador de Osasuna, Jagoba Arrasate, le entregaron el pasado lunes en Barcelona el premio Antonin de la revista Panenka por sus éxitos deportivos logrados la pasada campaña, es decir, por la séptima plaza de su equipo en la Liga y por el subcampeonato de Copa del Rey.

Al técnico rojillo le tocó hablar tras recibir el galardón, dejando algunas frases brillantes, como la referente al desplazamiento masivo de la afición a Sevilla para animar a su equipo en la final de Copa. “Me llevo la ilusión que generamos. Elevamos el sentimiento de pertenencia hacia unos colores y hacia una tierra. 25.000 rojillos en Sevilla. Supuso mucho. Hemos enganchado a nuevas generaciones. Me quedo con la marea roja, con los momentos previos y la foto final con nuestra afición, que se quedó a esperarnos pese a la derrota. No ganamos la final, que era nuestro objetivo, pero ganamos otras cosas”, destacó Arrasate.

También subrayó que, pese a ser vizcaíno, “Osasuna ha sido para mí un anillo al dedo”. “Son ya seis años en Pamplona, que son muchos, pero no sentimos ese desgaste porque nos tratan de maravilla”, argumentó el entrenador del conjunto navarro, cuyo contrato expira a finales del presente ejercicio. En este sentido, dijo que “seguimos con energía sin pensar en el futuro, pero no me perdonaría terminar mal o estirar el chicle en Osasuna. A veces lo estiras sin darte cuenta, pero sólo pienso en el siguiente partido”.