“No hay más demanda”. Con esta frase respondió la semana pasada el concejal de Sanidad Fernando Villanueva a la pregunta del concejal de EH Bildu, Endika Alonso, sobre el bajo número de incineraciones del nuevo horno crematorio adquirido por el Ayuntamiento de Pamplona.

Villanueva achacó a la falta de demanda el hecho de que el nuevo horno del cementerio esté funcionando a la mitad de su capacidad, ya que puede realizar 7 cremaciones diarias y sólo está haciendo 4.

El asunto ha vuelto a salir hoy miércoles en la Comisión de Urbanismo tras una iniciativa presentada por el principal partido de la oposición.

La declaración presenta dos puntos de acuerdo: “el primero denuncia la mentira de Villanueva y el segundo pide poner los medios que sean necesarios para aumentar las posibilidades de cremación de las que el cementerio de Pamplona dispone, al menos mientras la demanda lo exija”. 

La propuesta ha sido aprobada con los votos adicionales de PSN y Geroa Bai, mientras que Navarra Suma ha votado en contra.

Cabe recordar que el Ayuntamiento destinó a principios de año 337.000 euros para la sustitución de uno de los dos hornos con el fin de mejorar su eficiencia y atender la creciente demanda, con un incremento del 24% en el número de incineraciones solicitadas.

Las cremaciones, que han pasado de ser 1.786 cremaciones en 2014 a 2.401 en 2020, han aumentado de forma constante en los últimos años en Pamplona.

En 2014 fueron 1.786, suponían el 70% de las defunciones gestionadas en este cementerio.

Al año siguiente, ascendieron a 1.888 (73%) y en 2016, 2.078 (77% del total). Ya en 2017 sumaron 2.033 (76%), en 2018 aumentaron a 2.171 (77%) y en 2019 alcanzaron las 2.161 (78%). En 2020 las 2.401 incineraciones realizadas suponían el 77% del total.

Debate en Comisión de Urbanismo

Durante el debate, el concejal Alonso ha aludido a las quejas de los tanatorios por los retrasos en las incineraciones (en algunos casos de hasta 3 días, según ha desvelado), y ha reclamado al equipo de Gobierno que ponga los medios que sean necesarios “para aumentar las posibilidades de cremación de las que el cementerio de Pamplona dispone, al menos mientras la demanda lo exija”.

El portavoz de EH Bildu ha mencionado los “retrasos importantes, costosos y enojosos desplazamientos o incrementos de los costes a las familias de las personas fallecidas” y que desde bastantes meses “está siendo un grave problema que se ha venido denunciando públicamente, también en la Comisión de Urbanismo”.

De 6 a 8 cremaciones al día

Según Villanueva, en el cementerio pamplonés se celebran entre 6 y 8 cremaciones diarias, de las cuales, cuatro las asume el nuevo horno y el resto se realizan con el antiguo, con una capacidad de 4 al día.

Visiblemente incómodo, el representante de Navarra Suma ha reconocido que existen niveles de saturación en momentos puntuales, pero ha evitado explicar los porcentajes mensuales como le han pedido los portavoces de la oposición.

Miembros de la Comisión de Urbanismo, visitando el nuevo horno crematorio. Javier Bergasa

En cualquier caso, Villanueva ha asegurado que no hay demanda para incrementar los servicios y que poner a pleno rendimiento los hornos supondria tener que aumentar la plantilla.

Por parte del grupo socialista, el concejal Xabier Sagardoy ha recordado que la saturación en el crematorio es algo que sufre los ciudadanos y ha mencionado el caso de una familia que tuvo que acudir a Caparroso ante la falta de espacio en los hornos de Pamplona.

“Vamos a apoyar la iniciativa porque las explicaciones del concejal de Sanidad no son suficientes. El problema es real” ha señalado el portavoz de PSN.

Carga emocional

Por parte de Geroa Bai ha intervenido Javier Leoz, que ha reclamado sin lograrlo que el representante de Navarra Suma explicara los datos que había dado verbalmente durante su exposición.

Leoz ha hecho mención a la “carga emocional” que suponen para las familias los retrasos en los crematorios y ha pedido más medios: “Es un servicio público y hay que poner los recursos que sean necesarios para su correcto funcionamiento. Es un asunto muy sensible”.

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 El nuevo horno tiene capacidad para realizar siete cremaciones por jornada de trabajo de 12 horas. Pesa 14.000 kilogramos, tiene cuatro metros de largo, 2,1 de ancho y 3,2 metros de alto, y funciona con gas natural o gasoil. Su vida útil se calcula en 20 años.

Se prevé que el segundo horno del cementerio pueda ser sustituido también a lo largo de este año 2022.