El Ayuntamiento de Pamplona ha recibido el premio ‘Reimpulso al impacto positivo 2023’ en la categoría de Urbanismo y Movilidad por su trabajo de Reurbanización de las calles Manuel de Falla, Río Urrobi y Río Irati del barrio de la Milagrosa, así como la renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento de estas calles. La ciudad se alzó anoche en Málaga con el primer premio en la categoría en la que competía, en un certamen que por primer año organizaban Repueblo y Reimpulso, y cuyos galardones tienen como objetivo reconocer aquellas personas y organizaciones a nivel nacional que desarrollan acciones en favor de la innovación social y que son referentes en el ejercicio de buenas prácticas que mejoran sus entornos.

A los premios se presentaban 85 candidaturas de más de 55 entidades de todo el país entre Administraciones públicas, fundaciones, asociaciones, universidades y empresas. El jurado, formado por expertos de diferentes ámbitos políticos, sociales, académicos y empresariales, hizo ayer públicos los premiados en una gala que se celebró en el Auditorio Edgar Neville de la ciudad andaluza patrocinada por la Diputación de Málaga con la colaboración de diversas entidades sociales como Fundatul y Ayúdame3d.

Los criterios de valoración contemplaban la capacidad transformadora del proyecto o iniciativa, los impactos conseguidos, la visión de futuro y capacidad de crecimiento, el fomento de alianzas entre distintas entidades, la implicación de las personas beneficiarias en sus procesos y el equipo humano y liderazgo empleado. El Ayuntamiento de Pamplona identificó el barrio de la Milagrosa como un lugar principal para desarrollar planes especiales de promoción y rehabilitación. La Milagrosa-Santa María la Real y Azpilagaña, localizados en la zona sur de Pamplona, son objeto de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI).

Recuperar las calles para las personas

La reurbanización de las calles Manuel de Falla, Río Urrobi y Río Irati del barrio de la Milagrosa así como la renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento de estas calles ha requerido un presupuesto de más de 4 millones de euros y la propuesta se trabajó con el vencindario antes de la pandemia. Tras el coronavirus se realizó una actuación táctica en alguna calle y, a finales de 2021 comenzaron las obras de reurbanización consolidada.

Los premios respaldan Iniciativas que persiguen municipios más verdes, justos y humanos, tanto en la concepción arquitectónica y urbanística, como en soluciones a la movilidad. En este caso, la actuación del Ayuntamiento de Pamplona abordaba la existencia de unas calles llenas de vehículos aparcados y aceras estrechas en un barrio partido por la mitad por el tráfico de la calle Río Urrobi. Hoy, tras la intervención, se han conseguido zonas peatonales y espacios para desplazamiento sostenible, se han se creado 4 plazas y se ha reducido el tránsito de vehículos de fuera del barrio mediante el cambio de sentido de las calles.

La ciudadanía ha sustituido al coche como centro de atención, recuperando zonas de estancia y colocando árboles (55), bancos (86), aparcabicis (17) y otros elementos de mobiliario para hacer el espacio urbano más amable. La actuación tiene impacto en más de 11.500 metros cuadrados. Aunque las obras están concluyendo en estos momentos, las vecinas y vecinos de la zona pueden ya disfrutar de sus calles.

Mejorar el tejido social y económico 

Esta iniciativa se trabajó con las asociaciones de vecinos del barrio mediante encuentros político-técnico-sociales, en diferentes foros del barrio. Milagrosa-Arrosadía es el mayor espacio residencial y de interacción por densidad de personas de distinta procedencia que existe en la ciudad de Pamplona. Casi 3 de cada 10 de sus habitantes no ha nacido en España. De forma concreta y desde un punto de vista social, el Ayuntamiento de Pamplona trabaja en el tejido del barrio a través de un programa de intervención sociocomunitaria intensivo con familias gitanas de origen rumano. Su objetivo es la mejora de las condiciones de vida y la inclusión social de esa comunidad en el barrio de la Milagrosa-Arrosadia de Pamplona.

Además, desde el punto de vista económico, la actuación mejora e incentiva el comercio y la actividad económica de las calles involucradas ya que, al pasar de aceras de 1,5 metros y calles llenas de vehículos aparcados a calles anchas sin vehículos estacionados, los negocio ganan visibilidad y devienen en más accesibles para los posibles clientes. La actuación conlleva también una mejora medioambiental del barrio, ya que el número de vehículos se ha reducido muy considerablemente, lo que redunda en una mayor calidad del aire. La facilidad del desplazamiento ciclable hace que ese vector seguramente siga mejorando en el tiempo.