Es un goteo lento pero constante. Desde la ruptura con UPN prácticamente no hay semana en la que el PP no anuncie la incorporación a sus filas de algún miembro de la formación regionalista. Los más llamativos han sido los diputados Sergio Sayas y Carlos García Adanero, que han sumado su plataforma política a las listas del PP. Un puente que ha servido para que muchos de sus simpatizantes estén dando el paso para integrar listas o simplemente para colaborar en la elaboración del programa electoral.

Todos lo hacen con el mismo argumento, el “desencanto” que se vive en UPN y la sensación de “abandono” por parte de la dirección de Javier Esparza. “En UPN se ha ido marginado a quienes no apoyamos la candidatura de Javier Esparza en el congreso”, argumentaba esta semana en Onda Cero el exconsejero de Fomento del Gobierno de Yolanda Barcina, Luis Zarraluqui.

Él ha sido el último en dar el paso. Lo ha hecho para “colaborar” en la elaboración del programa electoral y aunque de momento no se ha afiliado al PP, no descarta hacerlo en el futuro. “Hay mucha gente que se está pasando al PP y se seguirá pasando. La candidatura que ofrece el PP es mucho más atractiva que la de UPN. Esto es algo que les debe preocupar”, argumenta Zarraluqui.

El exconsejero ya estaba en la órbita de la Plataforma Navarra que han impulsado Sayas y Adanero, así que su paso al PP es una sorpresa relativa. Pero apunta un síntoma evidente, la fuga de votos de UPN tras la ruptura de Navarra Suma. No está claro todavía el calado del trasvase ni su efecto electoral, pero ya nadie lo niega en la derecha navarra. Según datos del PP, un centenar de personas se han afiliado al partido en las últimas dos semanas.

Los regionalistas por ahora le restan valor. Admiten que hay algunos afiliados que se están dando de baja, pero sostienen que se compensan con las nuevas afiliaciones. De momento ningún cargo relevante ha dado el paso y aunque la presentación de listas se está demorando más de lo habitual –en algunos pueblos hay dificultades para cerrar la candidatura–, argumentan que siguen siendo la referencia de la derecha en todas las localidades navarras. Así que, públicamente al menos, el mensaje es de calma y tranquilidad.

En el PP sin embargo exhiben optimismo. Han presentado ya nueve candidaturas locales y en los próximos días prevén presentar otras seis. Los cabezas de lista de Berriozar, Artica y Villava son exmilitantes de UPN cercanos a Sergio Sayas que ya se habían desmarcado hacía algún tiempo del partido. El de Noáin proviene también de las filas de UPN y son varios los antiguos afiliados que están pasando a las candidaturas municipales del PP. “Vamos a llegar al 80% de la población navarra”, argumentan en el partido, que anuncia la incorporación de otros antiguos consejeros de los gobiernos de UPN y que, al igual que Zarraluqui, se integrarán en los grupos de trabajo para la elaboración del programa. Y, contrariamente a lo que le reprocha UPN, lo harán sin entrar a formar parte de las listas electorales y sin ambición por volver a la primera línea política.

Suficiente sin embargo para rearmar un partido que no tiene ni la implantación territorial de UPN ni su presupuesto y estructura. Que ha tenido además muy limitado su margen de actuación en los últimos cuatro años dentro de Navarra Suma, donde los regionalistas se han encargado de que nadie creciera a su sombra más de lo debido. Y que al igual que en 2008, trata de recomponer su estructura para competir con UPN por un espacio electoral que históricamente se le ha resistido en Navarra.