El lehendakari Urkullu y la resistencia socialista. Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha y Adrián Barbón, presidente del Principado de Asturias –los dos únicos barones del PSOE tras la elecciones municipales del 28 de mayo– arroparon a su compañera María Chivite en la toma de posesión como presidenta del Gobierno de Navarra. Los presidentes del PP de Aragón y La Rioja –Jorge Azcón y Gonzalo Capellán– declinaron la invitación y no acudieron al acto.

A Emiliano García-Page le gustan los micrófonos, sobre todo si es para criticar los pactos del PSOE con las formaciones nacionalistas e independentistas. A nadie le sorprendió que, preguntado por la abstención de EH Bildu que posibilitó la investidura de María Chivite como presidenta del Gobierno de Navarra, Page se pusiera a rajar de la izquierda abertzale nada más llegar a la puerta del Parlamento de Navarra. “Por mucho que podamos odiar a un partido político, si están en la legalidad ese voto computa”, señaló

Después de este inicio prometedor, Page rebajó el tono y echó un capote a su compañera socialista. “El problema es qué estamos dispuestos a vender o alquilar. Tengo claro que el Gobierno de Navarra de María Chivite no es una presidencia bajo alquiler. Siempre se ha mantenido muy en la línea constitucional y estoy convencido de que va a ser así”, aseguró Page.

El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, enmarcó su presencia en Pamplona en un “gesto de cortesía” por la participación de Chivite en su toma de posesión como presidente del Principado de Asturias. Eso sí, Barbón desveló que ambos barones del PSOE mantienen una relación muy estrecha y que se conocen desde las Juventudes Socialistas. “Tenemos vínculos fraternales desde hace mucho tiempo. Y más desde las últimas conferencias de presidentes en las que siempre hemos trabajado muy de la mano en posiciones comunes”, relató.

Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Adrián Barbón (Asturias) e Iñigo Urkullu (Euskadi). Javier Bergasa/Iñaki Porto

Barbón resaltó la importancia de que los tres únicos presidentes autonómicos del PSOE coincidieran ayer en la toma de posesión de María Chivite. “Somos conscientes de que, en una situación de debilidad desde el punto de vista del poder territorial y autonómico, los ojos se van a posicionar en las tres comunidades que quedamos presididas por socialistas. Vamos a ser un espejo, un reflejo de lo que significa tener un gobierno socialista que apuesta por el progreso”, subrayó Barbón.

Al presidente de Asturias también le preguntaron por la abstención de EH Bildu, que ha facilitado la investidura de Chivite. “Cuenta con los votos favorables de una coalición progresista que refleja un sentir mayoritario”, defendió. Barbón terminó su discurso halagando a la presidenta de Navarra: “En María siempre vi conocimiento, capacidad, actitudes, aptitudes y una fuerza de liderazgo innata”.

El lehendakari Iñigo Urkullu no atendió a los medios de comunicación y publicó un vídeo en redes sociales en el que afirmó que la presidencia de Chivite es una “oportunidad” para seguir profundizando en los ámbitos contemplados en el Protocolo de Colaboración Euskadi-Navarra. También en los ámbitos de trabajo compartidos como la Eurorregión, la Comisión del Arco Atlántico o la Comunidad de Trabajo de los Pirineos.