UPN y PP han presentado, de forma separada, más de 512 enmiendas a los presupuestos por un valor 586 millones. La gran mayoría de ellas están financiadas sin embargo con cargo al Fondo de Contingencia, que apenas tiene 32 millones de presupuestos, lo que en la práctica las hace inviables. El resto de propuestas tienen como contrapartida la inversión en euskera o la publicidad institucional.

Muchas de ellas son además enmiendas nominativas, es decir, enmiendas con objetivo finalista y un destinatario concreto. Una práctica habitual a la que han recurrido también este año los socios del Gobierno de Navarra. Pero que sin embargo han criticado tanto UPN como PP, que las han calificado de ayudas “a dedo”. Estas críticas han llegado a raíz del informe de la Cámara de Comptos, en el que cuestiona el abuso que se está haciendo de esta fórmula. Un reparo que sin embargo no ha impedido a la mayoría progresista ni a UPN y ni PP presentar enmiendas nominativas, aun sabiendo estos dos últimos que las suyas no saldrán aprobadas.

Debate de enmiendas

El Parlamento comenzará el próximo viernes el debate de enmiendas sectoriales a los presupuestos. Un trámite que se prolongará durante una semana y al que la mayoría de Gobierno llega con un acuerdo previo que garantiza la aprobación de los presupuestos, así como de las 293 enmiendas por un valor de 15 millones registradas por los cuatro grupos (PSN, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin). Salvo consenso previo de todos ellos, no saldrá adelante ninguna enmienda de UPN ni de PP. Vox no ha presentado iniciativas.

El trámite en comisión servirá en todo caso para que los dos grupos de la derecha planteen propuestas alternativas. Conscientes de que salvo alguna excepción puntual no saldrán adelante, han optado por registrar múltiples propuestas sin necesidad de buscarles dotación presupuestaria. Es más fácil decir dónde destinar dinero que de dónde quitar, así que tanto UPN como el PP han fijado como contrapartida de sus enmiendas el Fondo de Contingencia. De aprobarse todas, dejarían un agujero presupuestario de 553 millones.

Una contradicción que no ha impedido que tanto UPN como el PP hayan presentado muchas enmiendas con destino finalista, pese a que recientemente han criticado esta vía por ser “sistema de clientelismo político basado en la desigualdad”. De las 290 enmiendas presentadas por UPN, 96 son nominativas, con un presupuesto total de 55 millones, 40 millones más que todas las enmiendas presentadas por los socios del Gobierno. En el caso del PP, de sus 222 enmiendas 78 son nominativas, con un coste presupuestario de 72 millones. 

La mayoría de estas enmiendas se han registrado además en el Departamento de Cohesión Territorial, donde se recoge la inversión para las entidades locales. UPN ha registrado 59 enmiendas con ese fin, con un coste presupuestario de 78 millones. El PP por su parte ha planteado 38 modificaciones de gasto por 144 millones. Más de mitad son subvenciones directas para ayuntamientos de distintas localidades navarras.

El otro departamento al que UPN y PP han destinado la mayor parte de sus enmiendas es Cultura, Deporte y Turismo. Los regionalistas han planteado en este área 35 enmiendas por 12,5 millones. Los populares, por su parte, 39 enmiendas por 26 millones. En ambos casos prácticamente la totalidad son subvenciones directas para actuaciones de carácter cultural y patrimonial en distintas localidades navarras.

Son propuestas que permitirán a ambos partidos reivindicar actuaciones que el Gobierno no tiene previsto llevar a cabo o que prevé realizar con menor presupuesto. Pero sin necesidad de justificar contrapartida que suponga un recorte de gasto en algún otro área sensible. 

UPN y los críticos

Curiosamente, en el caso de UPN han quedado fuera de sus enmiendas nominativas localidades donde tiene la alcaldía, como el Valle de Egüés o Barañáin, pero cuyos grupos municipales están distanciados con la actual dirección. Tampoco tienen propuestas concretas otras localidades donde la dirección regionalista ha encontrado contestación interna, como pueden ser los casos de Fustiñana, Villafranca, Villava, Berriozar o Arguedas. La mayoría de estos municipios sí cuentan con enmiendas registradas por los grupos de la mayoría de Gobierno, de menor cuantía a las que plantean UPN y el PP, pero con la garantía de que serán aprobadas.