Este año, el último fin de semana de marzo ha sido elegido para poner en valor la cuevas. Estas oquedades que se abren en nuestros montes siempre han ejercido una fascinación en los seres humanos. Aunque en muchas ocasiones han sido lugar de cobijo ocasional o de vivienda permanentes, la oscuridad, su profundidad o los peligros reales e imaginarios las han convertido en terreno abonado para , cuando menos, la desconfianza hacia lo que puede encontrarse uno dentro.

Extrañas formaciones geológicas, señales de vida conservados desde hace millones de años, ríos que quitan la sed de prados animales y personas a kilómetros de distancia, mitos e historias que han formado parte de nuestra cultura son algunas de las maravillas y secretos que esconden.

La cueva de Pozalagua, en Karrantza, es una de las más espectaculares de las que se pueden visitar. Elixane Castresana

Esta fecha puede ser una buena ocasión para reconciliarnos con el interior de nuestra tierra.

Cueva de Arpea

Esta sencilla gruta se ha formado por los plegamientos geológicos que han conformado los Pirineos. Durante años se ha usado como corral, como refugio para el ganado. Para llegar a ella hay que salir de la Fábrica de Armas de Orbaizeta hasta el collado de Azpegui, en el límite con Francia y el cromlech del mismo nombre. Desde allí se toma a la derecha una pista asfaltada muy estrecha hasta una zona de bordas. Desde lejos se ve la cueva. Se puede visitar todo el año, aunque en época de lluvia y nieve hay que ser muy prudente por el riesgo de resbalar.

Cueva de Zugarramurdi

Un clásico. Escenario de tradición brujeril y de la persecución del que fueron objeto los vecinos de este pueblo, ahora es una visita obligada para los amantes de las cuevas, al geología y las historias más oscuras de nuestro pasado.

Cuevas de Ikarburu,

Las cuevas de Urdazubi Urdax son casi tan famosas como las cercanas de Zugarramurdi. Forman parte de una red de cavidades excavas por el río Urtxume y que comunican con Francia. En ellas se han encontrado abundantes restos prehistóricos, y se las considera el yacimiento del Paleolítico superior más importante de Navarra. Se han habilitado para poder ser recorridas y se realizan visitas guidas.

Cueva de Mendukilo

En la Sierra de Aralar se abren la cuevas de Mendukilo en la localidad de Astiz, en el valle de Larraun. Acondicionada para poder ser visitada sin peligro, los 800 metros de longitud recorren tres salas, Artzainzulo, en la entrada y que servía de refugio a los pastores; Laminosin, en la que las estalactitas y estalactitas asombrana quienes las ven, y Herensugearen gotorlekua, la guarida del dragón. la más grande de las tres. Cuenta con dos salas más, la del Guerrero y la Galería del caballo, pero estas solo son accesibles dentro de un programa espeleoaventura.

Cueva de Ekainberri

La Cueva de Ekain, Patrimonio de la Humanidad, oculta pinturas y murales prehistóricos en los que se contemplan hasta 70 figuras de animales. Está considerada como una obra excepcional del arte rupestre del paleolítico. Pero lo delicado de su estado ha hecho que para el público se abra la cueva de Ekainberri, en la guipuzcoana Zestoa, una réplica que se puede visitar. Pretende acercar el arte rupestre a todo el público

Cuevas de Oñati-Arrikrutz

Este sistema de cavidades de la cordillera de Aizkorriuna son, con sus mas de 15 km, las más extensas de Gipuzkoa. Los descubrimientos paleontológicos realizados en ellas, fue de las primeras en ser exploradas, mostraron que fueron refugio para animales prehistóricos. Se han hallado huellas del paso de rinoceronte lanudo, hiena de las cavernas, ciervos gigantes, osos cavernarios y el esqueleto completo de un león de las cavernas. Se pueden realizar diferentes vistas guiadas adaptadas al tipo de público, especialmente el infantil.

Cueva de Pozalagua

En la vizcaína Karrantza, en el mismo límite con Cantabria y en en Parque Natural de Armañón, se encuentra la cueva de Pozalagua, donde las estructura geológicas se alzan como protagonistas indiscutibles. Son las estalactitas excéntricas las que asombran al explorador. Es la mayor concentración de estas peculiares formaciones de Europa en las que cada una de ellas crece en cualquier dirección creando estructuras ramificadas increíbles. Descubiertas casualmente en 1957 durante unas labores de minería, su importancia hizo que se modificasen los trabajos de explotación de la cercana cantera para protegerla y que a comienzos de la década de los años 70 del siglo pasado se cerrara definitivamente. Sus 125 metros de longitud y 4 simas gemelas de 40 metros de profundidad la convierte en un espectáculo único.

Cueva de Los Goros

Sin duda se trata de la cueva más popular de Álava. Las cinco bocas distribuidas en dos alturas que dan entrada a la caverna se encuentran a media hora andando de la localidad de Hueto de Arriba. Se le ha medido una longitud de dos kilómetros, pero únicamente los primeros 250 metros se pueden visitar con normalidad y sin equipo de espeleología. Un pozo de 10 metros de profundidad corta el paso a los turistas. Otro de sus atractivos, y también gran riesgo es que fuertes lluvias pueden causar avenidas de agua que inundan la sala y y se precipitan al exterior por las cinco bocas. Es la manifestación salvaje del nacimiento del río Laña, que acaba muriendo en el Zadorra. De normal el agua fluye suavamente más abajo.