Eneko se enfrenta a los toros de la ganadería Cebada Gago con su toro de plástico: “eh, toro, eh”. Su abuelo se lo lleva de la ventana para que puedan ver los demás niños: “vamos un poco más lejos que con estos... cuidadín”. Es la primera vez que vienen juntos a los corrales del Gas, pero es tradición en la familia que los abuelos acompañen a los nietos: “mi abuelo me trajo a mí y mi padre a mi hijo. Ahora me toca a mí con Eneko”, comenta Joaquín.

Ayer a las 16.30 horas se abrieron al público las puertas de los corrales del Gas para recibir a las cuatro primeras ganaderías: La Palmosilla, José Escolar, Cebada Gago y Fuente Ymbro, que contaban con una novedad: una exposición fotográfica de Rubén Albarrán Beltrán sobre los actos del toro como protagonista de la fiesta. El objetivo es evocar los distintos sentimientos que puede producir el animal en el encierro, corrales del Gas y encierrillo. Para Pablo Sánchez Gárriz, organizador de la idea y corredor habitual de los encierros, las imágenes evocan muy bien “adrenalina, nervios, tensión...”.

Las familias ven a los toros en reposo, una imagen que le resulta extraña a Leyre, de 9 años: “¡ama, yo quería verlos corriendo!”, refunfuña. “Llegan con tanta antelación para que se adecuen al hábitat nuevo y cojan los kilos que han perdido durante el viaje”, comenta Pablo.

Álvaro viene desde Vitoria con su hijo Sergio para visitar los corrales del Gas, una tradición que llevan haciendo desde antes de la pandemia y que él ya seguía desde pequeño: “venía con mi madre y luego cuando llegaban los encierros siempre me despertaba para verlos”. Este año Sergio, de 15 años, copiará a su abuela: “se va a Valladolid en plenos Sanfermines, pero ya ha avisado a sus primos de que van a madrugar para ver el encierro”, ríe Álvaro.

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LOS TOROS MAS SALVAJES Laura y Maite miran las estadísticas de los heridos en los encierros por cada ganadería: Cebada Gago, 649 desde 1985. No se acercan demasiadas personas a mirar estos tablones, pero sí hacen sus apuestas sobre qué ganadería es la que más problemas va a dar durante los encierros. Ángel Luis apuesta por los de José Escolar: “son los más físicos, tienen más idea... me parece que son los menos nobles y los más guerreros con diferencia”. Jorge, que lleva ya 12 años en Pamplona, piensa en los de Fuente Ymbro porque “siempre han tenido fama de liarla: son los que se dan la vuelta en medio del recorrido y frenan la duración del encierro”. Por otro lado, Álvaro apuesta por lo que Sergio y él han leído en las estadísticas: “Cebada Gago va a dar problemas”. Sergio añade que los toros están serios: “se nota que no confían en nosotros”.

Javier, de siete años, corretea buscando cualquier hueco para ver a los animales. Algunas veces lo logra sin mucho éxito; otras se acerca a sus padres, Javier y Lucía, dando brincos. Cuando ya ha pasado por todos los corrales pregunta: “¿dónde están los Miura?”.