Las mujeres que se encuentran en situación de prostitución y trata sexual tienen necesidades que merecen ser atendidas. Con esta cuestión como eje principal, en el Civican de Pamplona se han desarrollado esta mañana las II Jornadas de Salud Mental, con Satoko Kojima, psicóloga y técnica de Intervención Social en Acción Contra la Trata, actuando de intermediaria en la participación de los ponentes.

Joy Ogbeide, mediadora intercultural de Acción Contra la Trata, ha explicado que la entidad lucha contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual, proporcionando ayuda en gestiones jurídicas y trámites en servicios sociales o en centros de salud. “Nos encontramos con muchas chicas que salen de la prostitución y no saben cómo empezar, no conocen sus derechos. Por eso hacemos formaciones. De ahí surgió el grupo Las Poderosas. Las mujeres que asisten a las formaciones entienden que la prostitución no es un trabajo, y que después de la prostitución hay una vida mejor”, ha relatado Ogbeide.

Las Poderosas es un grupo creado en Pamplona en 2017 con un objetivo común: luchar por los derechos de todas las mujeres del mundo. “Hemos creado un espacio de libertad. Las mujeres que han ejercido la prostitución siempre piensan que si cuentan su historia van a ser juzgadas, pero nosotras no juzgamos. Nosotras nos cuidamos. Somos hermanas”, ha aclarado Ogbeide con unas palabras llenas de cariño.

PROPUESTAS

Sara Vicente, representante de Ehuleak, servicio especializado en atención jurídica para mujeres en contextos de prostitución y violencia machista, ha detallado que “el peor daño que produce la prostitución en una mujer es la normalización”.

Desde la entidad se proponen una serie de estrategias de mejora en Navarra. En concreto, Vicente ha aclarado que la prostitución debe ser considerada como una forma de violencia machista y de vulneración de derechos humanos. Ha propuesto ofrecer formación a profesionales y operadores sociales en materia de prostitución. Además, ha comentado la importancia de desarrollar programas de atención psicosocial y sociolaboral.

"El peor daño que produce la prostitución en una mujer es la normalización"

Sara Vicente - Representante de Ehuleak

María Flamarique, responsable del Programa de Prostitución y Trata de Médicos del Mundo en Navarra, ha respaldado las palabras de Vicente y ha añadido que “cuando una mujer accede a un servicio público y la persona que le atiende desconoce información, se levanta una barrera”.

Kepa Astrain, técnico de la asociación Abiatze, ha presentado el Programa de Atención a la Prostitución del Servicio Navarro de Salud. Se trata de un plan para seguir un protocolo de actuación, en el que trabajadores de la entidad se desplazan a lugares donde se ejerce la prostitución y ofrecen ayuda. Para entrar en el programa no es necesario ningún requisito de tarjeta sanitaria o empadronamiento, ya que “se trata de un asunto de salud publica”, ha detallado Astrain.

Además, proporcionan información sobre patologías y ofrecen vacunación, por ejemplo de la Hepatitis. También disponen de un número de teléfono exclusivo para este programa, para que las usuarias puedan interactuar por whatsapp o llamada. Asimismo, Astrain ha destacado que, hace años, cuando este programa comenzó, el 65% de las usuarias eran migrantes. Actualmente, la cifra ha subido al 95%.

RETOS

El especialista ha señalado que el estigma social es uno de los principales retos a los que se enfrentan las mujeres prostituidas. “Muchas tienen miedo y llevan una doble vida para no ser descubiertas. A eso se le suma el sentimiento de soledad y de culpabilidad”, ha destacado.

Ogbeide ha añadido que también hay barreras con el idioma. “Las mujeres con las que trabajamos nos piden que las acompañemos por dificultades con el idioma. Es difícil entenderte con los médicos, por eso es importante la figura de la mediadora intercultural”, ha puntualizado.

Además, aunque la Renta Garantizada es un buen recurso, ha indicado que “no es suficiente”. Se trata de una prestación económica que busca garantizar una vida digna a personas en situación de pobreza. “Muchos piensan que los gastos básicos están cubiertos por la Renta Garantizada, pero no. Las víctimas también tienen gastos familiares en sus países”, ha comentado. Ogbeide, como víctima de trata y prostitución narró que “dejamos atrás a nuestra familia pero no la hemos abandonado. No queremos ser hijas malas. Queremos cuidar de los nuestros con el poco dinero que conseguimos”.

Flamarique ha manifestado que la Ley de Extranjería es un reto importante. “No responde a las necesidades de estas mujeres. No encuentran empleos normalizados y se ven obligadas a prostituirse, y esto deriva en traumas que se cronifican a nivel psicológico, físico y social”, ha concluido.