Una mujer de mediana edad ha sido condenada a 20 meses de prisión por un delito de lesiones por amenazar con un cuchillo a su marido, de más de 70 años, y patearle una vez que estaba caído en el suelo hasta romperle un tendón del hombro. La sentencia, impuesta por el Juzgado de lo Penal número 3 de Pamplona, ha sido confirmada ahora por la Sección Primera de la Audiencia de Navarra, que dicta también 32 meses de orden de alejamiento y que cifra la responsabilidad civil que tendrá que pagar la acusada en 6.600 euros. La sentencia ya es firme y la mujer, que no tenía antecedentes penales, no ha tenido que ingresar en prisión para cumplir la pena.

Los hechos probados relatan que el pasado 12 de octubre el hombre regresó al domicilio familiar después de haber pasado unos días fuera en casa de su hijo. Fue entonces cuando su esposa, que había interpuesto días antes una denuncia por amenazas (que fue archivada) y en la que no se acordó ninguna orden de protección, cuando llegó a casa y le vio le dijo: “Coge los perros y vete de aquí, cabrón”.

Una pelea a primera hora

Al día siguiente, por la mañana a primera hora, en la cocina del domicilio la acusada le dijo nuevamente “de aquí te vas hijo de puta, te voy a coger y te voy a matar, te voy a degollar”. Así, cogió un cuchillo y con la mano en alto se dirigió contra su marido, quien al defenderse hizo caer el cuchllo al suelo, produciéndose un pequeño corte en la yema de un dedo. A continuación, agarró a la víctima del brazo, lo tiró al suelo y comenzó a propinarle pisotones mientras le decía “te voy a matar, hijo de puta”. Como consecuencia de la agresión, el hombre sufrió una herida superficial en el dedo y la rotura de un tendón del brazo. Sus lesiones requirieron 79 días de tratamiento médico y pérdida de calidad de vida moderada y generaran una secuela en el hombro. Cinco días después de los hechos, se decretó la orden de alejamiento y de prohibición de comunicación con la víctima.

La sentencia expone que las lesiones presentadas por el perjudicado son compatibles con el mecanismo que él narra y se apoya en los partes médicos que acreditan las lesiones y en la pericial forense, que acredita que es compatible la lesión de la mano con un mecanismo de autodefensa. Relató cómo se produjo las heridas la denunciada, quedando acreditado que la encausada amenazó a la víctima esgrimiendo un cuchillo, con el que éste se cortó en el dedo y dicho ataque continuo con patadas le causaron una lesión importante en el brazo. Así, siendo el relato del denunciante “constante y creíble, y estando además corroborado por la documentación médica, no adolece de signo alguno del que se pueda deducir que dicha versión no se ajusta a la realidad”, zanja la Audiencia en su resolución.