Cada vez se compran más coches de segunda mano, más del doble respecto a los vehículos de nueva matriculación. Hay quien intenta sacar tajada de ello, lo que se traduce en un fuerte incremento de reclamaciones por prácticas abusivas de algunos concesionarios en Navarra que están suponiendo pérdidas cuantiosas para los afectados. 

Para evitar problemas, la asociación Consumidores Irache recomienda tener cuidado con las señales que adelanta el comprador cuando parece que ya lo tiene todo decidido, al detectar que la letra pequeña a veces impone alguna condición. Por ejemplo, en ocasiones se le obliga a efectuar la operación en un plazo concreto, pero es el propio concesionario el que pone trabas para impedir que ese plazo se cumpla, por lo que acaba quedándose con la señal.

También puede suceder que el vehículo se encuentre en otra ciudad, se exija una señal para traerlo y, a su llegada, el comprador descubra que se encuentra en condiciones inadecuadas. En otras ocasiones, se descubre que el coche que se va a comprar no ha superado la ITV y se acaba perdiendo la señal al echarse atrás.

Garantía del vehículo

Otra cuestión que trae muchos problemas, según Irache, es la garantía del vehículo. Cada vez es más habitual que los concesionarios deriven la responsabilidad de reparar gratuitamente el coche a compañías de seguros. Éstas aluden que la reparación no entra dentro de sus coberturas y no se hacen cargo, a pesar de que es responsabilidad del vendedor efectuarla.

A veces, aunque el vehículo sí que es reparado, los trámites hacen que se demore tres o cuatro meses, y también se han detectado casos de concesionarios que solo aceptan parte de las averías y achacan el resto a problemas de mantenimiento. 

Asimismo, hay que tener cuidado con los contratos de compraventa en los que se hacen constar algunas deficiencias del vehículo, ya que los concesionarios se agarran a ello para no responsabilizarse de la reparación.

Atención de las reclamaciones

Otras quejas habituales se refieren a la estrategia de algunos concesionarios de no responder a las reclamaciones y así obligar al comprador a acudir a la vía judicial; los casos de concesionarios que ponen en venta vehículos y acaban presionando a los antiguos propietarios para venderlos a un precio menor del prometido; y los casos en los que el comprador recibe menos llaves de las que le fueron prometidas.

Lo más recomendable antes de comprar un coche de segunda mano es someterlo a la revisión exhaustiva de un profesional independiente, para que este determine el estado real del vehículo, pero muchos concesionarios no permiten que el posible vendedor haga esta revisión en un tercer taller, por lo que no siempre existe esa posibilidad.