Como ha explicado el pamplonés Jorge Illarramendi Esteban (1995), al igual que Ignacio Landecho hijo, “yo también tengo un padre –José Juan Illarramendi– que ha sido para mí un referente en este mundo, en Oncología sobre todo, que me ha incitado a empezar a investigar”. Tras mostrarse “muy contento” por la concesión de la beca MIR, este residente de cuarto año de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario de Navarra y experto en prevención del dopaje, tenía “muchas ganas” de comenzar su estancia formativa en el servicio de Hematología y Terapia Celular del Centro Hospitalario Universitario de Bordeaux (Francia), un hospital de referencia para trasplantes alogénicos y terapias de células T con receptores quiméricos de antígenos (CAR-T), en el que aprenderá a manejar a estos pacientes. 

“En Hematología lo más novedoso e innovador son ahora las terapias CAR-T y la terapia celular. En Pamplona –HUN– hacemos trasplante alogénico –no realizan terapia CAR-T–, pero un volumen mucho más pequeño de lo que hacen otros centros de referencia –4 o 5 veces menos–. Es una formación que no tengo y va a ser importante para mí porque es un área que me gusta y, además, estoy haciendo la tesis doctoral en la Universidad de Navarra sobre el desarrollo de terapias CAR-T dirigidas frente al mieloma múltiple. Creo que este aprendizaje me va a beneficiar para seguir con mis estudios de doctorado” y, además, “el día de mañana estas terapias van a estar aquí y hace falta formación”.

Illarramendi, que es atleta de velocidad y posee el récord de Navarra de 200 metros lisos y relevo 4x100, ha destacado la importancia del atletismo en su vida, para “seguir mejorando, seguir aprendiendo”. “Ha sido muy positivo”, ha asegurado. Respecto a su futuro, ha dicho: “Ojalá pueda quedarme en Navarra, es lo que quiero”.