‘El Hormiguero’ cerraba este jueves una nueva semana de entrevistas con invitados de lo más variados, y lo hacía con la visita de Karlos Arguiñano. 

Una divertida entrevista en la que no ha faltado el humor ni las anécdotas más curiosas, y es que el vasco ya comenzaba la noche haciendo gala de su arrollador carisma y presentándose en el plató disfrazado con una máscara y un gorro. 

La charla comenzó haciendo un repaso por la trayectoria televisiva del popular cocinero que explicaba el secreto de su éxito en Antena 3 asegurando: "Prefiero salir de payasete diez segundos, a la gente no se le puede aburrir, pero que te vean que estás con buen ánimo y que encima vamos a comer rico, rico", decía con un guiño a su conocido lema. 

El chef también habló del principal motivo de su visita al programa de Pablo Motos, la promoción de su nuevo libro 'Cocina de 10 con Karlos Arguiñano', en el que se pueden encontrar 598 recetas fáciles y sencillas de replicar en casa: “Este libro último es la repera. Es un libro de referencia. La gente que tiene este libro en casa está salvada, porque va a comer muy bien, gastando poco y con recetas sencillas", destacaba Karlos Arguiñano.

EL SECRETO MÁS ÍNTIMO DE KARLOS ARGUIÑANO: “LO HAGO EN PELOTAS”

El presentador de ‘El Hormiguero’, más allá de su nuevo libro, también quiso charlar con su invitado de otras cuestiones, y se interesó por descubrir el secreto de su habitual buen humor, algo que el cocinero aseguró que estaba en comenzar bien el día. 

Arguiñano cree que para comenzar un buen día de la mejor manera posible, lo mejor es desayunar

"Tirando de sartén. Voy al gallinero, cojo un huevo y lo hace frito, revuelto o en tortilla y lo acompaño con cabeza de jabalí o una cebolleta frita”, comenzaba explicando el cocinero, antes de hacer una de sus confesiones más íntimas. 

No me cuesta nada hacerlo. Es más lo hago en pelotas”, desvelaba entre las risas de los presentes en el plató del formato de Antena 3.

Aunque el público no era el único, las hormigas del programa tampoco se quedaban atrás y bromeaban sobre la posibilidad de que el huevo pueda saltar: “Salta el agua, el huevo no me salta, ya me gustaría que me saltara el huevo”, comentaba el invitado, antes de concluir, asegurando que "cocinar en pelotas es más natural. Es muy íntimo".