sarriguren. "Hemos bajado todos por las escaleras, todo el mundo chillando y llorando" recordó Vanesa Valsederia, mientras Ana Chocarro corroboró la situación: "Estábamos apurados porque no nos decían qué había pasado. Nos hemos dado cuenta nosotros de que algo de que estaba ardiendo".

"Vivimos en el séptimo y hasta nuestra casa ha subido el humo. Mi casa estaba negra por dentro, el humo ha subido por el hueco del ascensor y no podía respirar", contó Valseredia. "Nosotras, que hemos bajado las últimas, no podíamos respirar", explicó Pilar de la Serna, una de las vecinas del séptimo piso, que al estar en silla de ruedas, tuvo que esperar a ser desalojada con la ayuda de los bomberos.

"Nosotros bajábamos en el ascensor cuando ha pasado, ha sacado mi marido el coche del garaje y es cuando hemos oído ese boom", relató Ana Chocarro, que fue atendida por los miembros de Cruz Roja debido a su embarazo.

una explosión Los vecinos, sentados o paseando para entrar en calor, ya que la temperatura se mantuvo bajo cero, especularon acerca de las causas del fuego. Varios de los presentes aseguraron haber oído una explosión. "Sabemos que ha sido en el -2, pero en el -1 tenemos la caldera y no sabemos si lo que ha reventado ha podido ser la caldera, porque se ha oído un boom", afirmó Chocarro. "Ha habido uno que ha oído la alarma y ha bajado corriendo a sacar el coche y, cuando estaba en el -2, ha escuchado un pepinazo", comentó Iosu Echapar. Este inquilino contó cómo, "he visto el humo y gente que bajaba corriendo y he salido de casa. Estábamos en el salón y no habíamos notado nada, ni humo ni olor, pero luego hemos entrado en la habitación y hemos empezado a oler a quemado, nos hemos asomado y ya hemos visto qué había pasado". En la mayoría de los casos fue el humo lo que alertó a los vecinos. "Me asomé a la ventana y vi que salía el humo del garaje", explicó Marcelino Morais Rodríguez mientras operativos de Cruz Roja preguntaban a su esposa si su bebe, de dos años, necesitaba un biberón. Inquilinos de bloques colindantes se ofrecían a alojar a los afectados, que tuvieron que esperar a que el edificio quedase libre de humo y ventilado para regresar a sus viviendas.