donostia - Cuando las relaciones eróticas y las nuevas tecnologías se alían, uno de los posibles resultados es el sexting, una práctica que consiste en enviar -siempre con consentimiento entre las partes implicadas- a través de dispositivos móviles textos, imágenes y vídeos de contenido erótico con el objetivo de excitar a esa otra persona sin necesidad de estar en el mismo espacio físico.
‘Sexting’. ¿Qué es lo más llamativo?
-La inmediatez. En el mundo que vivimos apenas tenemos tiempo para nosotros y el sexting nos permite erotizar a la otra persona de manera inmediata, en cualquier momento y lugar. Esto ofrece una amplia gama de posibilidades de disfrutar de nuestra erótica, si bien a día de hoy creo que se está distorsionando y malentendiendo bastante esta práctica.
¿Dicha distorsión tendría que ver con la confusión que muchas veces se da entre ‘sexting’ y ‘sextorsión’?
-En cierto modo, sí. El sexting parte desde la libertad y el compromiso de lo que uno quiere hacer; mientras que la sextorsión no, al igual que cualquier otro tipo de extorsión.
Pese a la ‘sextorsión’, el ‘sexting’ se está convirtiendo en una práctica cada vez más habitual. ¿Por qué?
-Como ya he mencionado antes, una de las claves es la inmediatez. Pero no solo eso, sino que también tiene una parte de morbo, ya que uno puede estar haciendo sexting mientras está en una entrevista de trabajo o en cualquier otro sitio. Y eso nos provoca excitación. Aunque eso también tiene su parte de locura, porque no siempre se puede estar en la inmediatez y ello puede causar malentendidos como pensar que nuestra pareja no quiere practicar sexting con nosotros, cuando lo que ocurre no es que no quiera, sino que no puede en ese preciso momento por cualquier razón.
¿Cuál es el perfil de las personas que practican el ‘sexting’?
-Es complicado puesto que lo usan sobre todo personas jóvenes, pero también personas adultas, si bien es verdad que mayores de 50 años hay pocos. Aunque lo interesante del perfil, más que la cantidad de personas por edades, son los sus usos y fines, que varían dependiendo de la edad y de otras circunstancias, como si se tiene o no pareja.
¿Por ejemplo?
-Entre los adolescentes y los jóvenes se utiliza más cara a tontear y ligar. En cambio, cuando ya se tiene cierta edad y, sobre todo, en caso de tener pareja, se usa más para romper la rutina. Aunque en relaciones de pareja también sirve para cometer pequeñas infidelidades sin ningún tipo de riesgos que te hagan perder la lealtad con tu compañero a una mayor escala. Por no hablar de que puede incitar a atrevimientos que uno en la vida real no se atreva a dar, lo que mejora el juego de las fantasías y de la imaginación.
¿Cuáles son las aplicaciones más usadas para ello?
-Una es Whatsapp. No porque sea o deje de ser la más adecuada, sino simplemente porque al ser de las más utilizadas también es de las más usadas para este tipo de encuentros. Otra sería Snapchat, que ofrece parcialmente mayor seguridad.
¿Consejos para practicar ‘sexting?
-Para empezar, que nadie sienta que no va a saber. Como en todo, hay un proceso de aprendizaje. Una cuestión a tener en cuenta es la vía. Utilizar aplicaciones como Snapchat, donde se puede programar que el mensaje se autodestruya pasado un tiempo que nosotros decidimos aporta otro grado de seguridad, si bien hay que tener claro que siempre es parcial. Después de todo, aunque confiemos en la otra persona y la vía sea segura, nunca podemos saber al 100% qué va a suceder con nuestro mensaje, porque una vez en la red siempre está presente el riesgo de que se extienda como la pólvora.
En definitiva, ¿a favor o en contra del ‘sexting’?
-A favor. Si bien entiendo que hay ciertos riesgos, y de ahí que haya que tener también ciertos cuidados.
“En relaciones de pareja , el ‘sexting’ también sirve para cometer pequeñas infidelidades sin ningún tipo de riesgos que te hagan perder la lealtad”