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Podemos Navarra abre un debate para reestructurar su dirección

El Consejo aborda su renovación y sectores críticos cuestionan el liderazgo de Laura Pérez

Podemos Navarra abre un debate para reestructurar su dirección

pamplona - “El nuestro es un partido que se formó y creció muy rápidamente, de ahí que ahora necesitemos evaluar, afinar y madurar nuestros cuadros y estructuras internas”. De esta manera explicaba ayer un cargo de Podemos Navarra a este periódico el proceso de debate interno que ha decidido abrir la formación morada, con algunos ruidos de fondo.

Sin embargo, las diferencias que se traslucen no son ideológicas ni estratégicas -el compromiso de Podemos con el cambio político en Navarra está fuera de cuestión- y el pulso se ciñe únicamente a la organización interna, al modelo de partido o la necesidad de reforzar el perfil político de sus órganos.

Entre la falta de compromiso en unos casos, simplemente desidia en otros o incluso también alguna disensión y apostasía que otra -que de todo ha habido-, el hecho es que durante este último año y medio los consejos ciudadanos autonómicos -máximos órganos de dirección de Podemos- que el partido de Pablo Iglesias formara en plena efervescencia del movimiento se han ido enfriando, desmovilizando en cierta medida o al menos han perdido el músculo político inicial.

Esto le ha llevado al secretario de Organización del aparato en Madrid, Pablo Echenique, a proponer una reflexión con el fin de “optimizar” -como dice en su circular- el funcionamiento interno del partido, que pase por la renovación total o parcial -a discreción de cada federación- de los consejos ciudadanos territoriales.

un consejo de 17 En el caso de Navarra, entre los 34 miembros que fueron elegidos para el Consejo Ciudadano -casi todos ellos, dicho sea de paso, con un bajo perfil o ligero equipaje político- ha habido 9 vacantes por renuncia y de los 25 que en teoría siguen en activo, a los encuentros que el partido acaba de celebrar en Lekaroz acudieron únicamente 17. Y el alcance que debía tener la renovación interna sugerida por el responsable de Organización -incluso algunos cuestionaron que Madrid tuviera que marcar directrices- provocó en estas jornadas un encendido debate, con apretadas votaciones incluidas.

La dirección navarra de Podemos ha reunido a su militancia -en torno a 140 participantes, según la organización- en el antiguo colegio de la localidad baztanesa durante este pasado fin de semana -de viernes a domingo- en lo que han sido los segundos encuentros programáticos del partido, celebrados entre charlas, talleres y círculos de debate “sobre el rumbo que debe tomar Podemos”. Y fue la última sesión de las jornadas, la que estaba precisamente dedicada al modelo de partido, donde hubo más tensión.

Ante la propuesta de Echenique, entre los 17 miembros del Consejo Ciudadano de Navarra que acudieron a Lekaroz, 7 votaron en favor de una renovación total del órgano -la renuncia de todos sus integrantes para convocar nuevas elecciones internas-, mientras que 4 se decantaron por cubrir únicamente las vacantes, otros 4 por mantener el foro tal y como está y los 2 restantes se abstuvieron. La votación se repitió hasta en dos ocasiones -en la tercera, con 8 votos por la renovación contra 7 y las mismas 2 abstenciones- aunque sin llegar a dirimirse por una mayoría clara.

se abre el melón La propuesta de los cargos y compromisarios que abogaban por la renovación total escondía una suerte de censura hacia la dirección, sin ocultar su cuestionamiento del liderazgo de la secretaria general, Laura Pérez, quien se oponía a renovar por complejo el Consejo.

“Se ha abierto el melón y Laura perdió claramente el pulso”, apuntaron a DIARIO DE NOTICIAS fuentes de este sector, que se muestran muy críticas con las formas y la gestión de la líder de Podemos. Y añadieron que, más allá de la validez de las votaciones, el debate coloca a la secretaria general “en una situación complicada”.

La propia Pérez alegó que la decisión sobre la renovación del órgano de dirección del domingo, en cualquiera de los casos, requería un grado de consenso que obviamente no se logró y que, por tanto, las votaciones no fueron vinculantes.

Además, ya ayer en declaraciones en los pasillos del Parlamento, Pérez abogó por “un Podemos pacífico donde las luchas de poder no tengan lugar, sino que todo debate y discrepancia esté justificada en causas políticas e ideológicas”.

Ante los mensajes que durante la mañana de ayer se cruzaron entre la militancia de Podemos tras las jornadas de Lekaroz, la nota oficial que el partido emitió -ya por la tarde- se limitó a aclarar que en los encuentros “se debatió y constató la necesidad de renovar y ampliar el Consejo actual” y que se decidió “abrir un proceso que culminará en unos meses”.

Fuentes del equipo directivo de Laura Pérez restaron relevancia al pulso en unas votaciones “que resultaron rocambolescas” y, aceptando el reto de la necesaria revitalización de los órganos internos, subrayaron que “el qué, el cómo y el cuándo” estará en manos de la asamblea ciudadana y los círculos locales, con independencia de la coyuntura política.

malestar en izquierda unida

Giro de Pablo Iglesias. Las formas de la dirección de Podemos hicieron ayer saltar chispas en su relación con sus socios de IU. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, tuvo que nombrar finalmente al coordinador de IU, Alberto Garzón, portavoz en la comisión de Hacienda del Congreso. Pero es que Iglesias hizo su anuncio pocas horas después de que IU acusase a Podemos de relegar a sus diputados y, concretamente, a su portavoz Alberto Garzón excluyéndole de las portavocías en las comisiones del Congreso de los Diputados, sin respetar lo acordado con sus socios, según apuntaron a Efe fuentes de la coalición.