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Erkoreka urge a Madrid a intensificar el diálogo para cerrar traspasos antes del 28-A

La negociación jurídica es fluida, pero encalla en Hacienda, que no ha enviado ninguna de las valoraciones económicas

Erkoreka urge a Madrid a intensificar el diálogo para cerrar traspasos antes del 28-AOskar M.Bernal

Bilbao - El Gobierno vasco lanzó ayer un mensaje al Ejecutivo español para que acelere en la negociación de las transferencias pendientes, de manera que el acuerdo fructifique antes de las elecciones generales del 28 de abril. El portavoz y consejero de Autogobierno, Josu Erkoreka, constató en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que el tiempo corre y que la cita electoral se acerca peligrosamente. En concreto, la demora se está produciendo en el capítulo económico de estos traspasos. El diálogo es constante, Madrid ha enviado los documentos sobre las funciones que abarca cada competencia y las conversaciones sobre la parte jurídica fluyen con facilidad, pero el nudo gordiano está en Hacienda en todas las competencias. Madrid no ha enviado la valoración económica sobre las siete transferencias previstas para este mes, y sobre la autopista AP-68. Queda un mes para que la cita con las urnas se produzca y, a partir de ahí, el Gobierno de Pedro Sánchez entrará en funciones y es muy dudoso que pueda tomar decisiones que hipotequen al siguiente gabinete. Después se producirá una nueva investidura, que dependerá del veredicto de las urnas.

En ese contexto, Erkoreka, en sintonía con la prudencia con la que se expresa el Gobierno vasco sobre estos asuntos para evitar romper la baraja del diálogo, se limitó a constatar que queda “muy poco más de un mes” para las elecciones, y dijo lo evidente: “Esto pone de manifiesto que no podemos cruzarnos de brazos. Tenemos que intensificar más aún el esfuerzo si es posible para que se produzcan aproximaciones y el acuerdo fructifique”. A partir de ahí, aseguró que los dos gobiernos están “en el empeño”. Fuentes del Ministerio de Meritxell Batet confirmaron a este periódico que hay voluntad y esfuerzo compartido, pero no se atreven a garantizar que se cierre alguna competencia antes de las elecciones. El Gobierno vasco no ve una mano negra, y atribuye las demoras al muro habitual de la burocracia de Hacienda, pero esta situación preocupa porque la negociación se adentra ya en el pantanoso terreno de la campaña.

La negociación comenzó con un impulso político claro del presidente Sánchez y la ministra Batet para engrasar su relación con el PNV y reforzar también la posición de los socialistas vascos en la comunidad autónoma. Con el adelanto electoral, Madrid se comprometió a negociar hasta el último minuto antes de la cita con las urnas las siete transferencias previstas para este mes, y adelantó las conversaciones sobre la AP-68. Sin embargo, que se cierre un acuerdo depende de los niveles inferiores de la administración española, donde entran en juego la maraña de la burocracia y los funcionarios de Hacienda. Es en ese punto donde la negociación no está fluyendo. El Ministerio de Batet confirma a este medio que aún no ha enviado las ofertas económicas en ninguna de las ocho transferencias en liza. Se da la circunstancia de que, en el caso de la autopista a Zaragoza, el camino está despejado de otros escollos porque la concesionaria Abertis ha dado su plácet al traspaso y se va a mantener el contrato y el peaje hasta 2026.

Erkoreka reveló hace unas semanas que la coincidencia era casi total en el contenido de algunas ofertas, pero lo que está sucediendo ahora es que falta el apartado económico. Están negociando los traspasos de nueve líneas de tren de cercanías y Feve, la legislación sobre los productos farmacéuticos, seguro escolar, escuelas viajeras, ayudas a la jubilación de trabajadores afectados por ERE, dos organismos de innovación en obras públicas e investigación tecnológica, y la AP-68. En este paquete figuran asuntos de gran simbolismo político para la comunidad autónoma que, en caso de acuerdo, pasaría a gestionar toda la red ferroviaria y de carreteras, una imagen que reforzaría su singularidad.

el día 12 arranca la campaña El Gobierno vasco aprieta para que la negociación sobre el cumplimiento del Estatuto de Gernika dé frutos antes de las elecciones del 28 de abril. A partir de ese día, es de dudosa legalidad que el Ejecutivo de Sánchez pueda tomar decisiones de calado estando en funciones, como convocar una Comisión Mixta para cerrar el pacto. La idea es cerrarlo antes de las elecciones, pero el Gobierno vasco juega con todo en contra, porque buena parte del Ejecutivo español está volcado en la campaña a toque de corneta.

El reto radica en cerrar los traspasos en un mes, antes de las elecciones, con el agravante de que el 12 de abril empieza la campaña y se va a generar un clima abiertamente de contienda entre los partidos. Erkoreka no se atrevió a apostar ayer por un acuerdo antes de que arranque la campaña. “Desde luego, antes de las elecciones”, puntualizó. El PNV ya ha lanzado una advertencia a Sánchez al asegurar que, si hay tiempo para lanzar decretos sociales, también lo hay para negociar transferencias. Si los socialistas aspiran a gobernar tras los comicios, muy probablemente volverán a necesitar al PNV, porque Ciudadanos ya se ha descartado como socio. Sánchez, además, sigue necesitando en este momento al grupo vasco para convalidar sus decretos en la Diputación Permanente.

Ayer se suscitó otro debate en la rueda de prensa de Erkoreka, que había bromeado unos días antes con las limitaciones de la Junta Electoral y acabó sometiéndose a un interrogatorio sobre la legalidad de convocar la Comisión Mixta en plena campaña. El consejero lo vio “perfectamente viable”, aunque dejó ver que la comunicación deberá ser sobria y con cautelas. El equipo de Batet coincide en que el Gobierno puede gobernar hasta el último día y comunicar los acuerdos, con la cautela de no organizar actos de gran envergadura con fastos y a bombo y platillo. No obstante, aclaran que este debate se ha sobredimensionado y que el formato del acto es “la última de las preocupaciones”.

dificultades Erkoreka reconoció que nunca es fácil negociar transferencias, y que las dificultades surgen “especialmente en la valoración económica”, porque la comunidad autónoma cuenta con un sistema de Concierto Económico que provoca que la negociación sea más compleja que en otros territorios y que se tenga que hacer una cuantificación para descontar el dinero del Cupo. En esta negociación también ha sobrevolado la presión política del PP en contra de los traspasos, al presentarlos como una cesión del presidente Sánchez al PNV para mantenerse en el poder. Sin embargo, el Gobierno vasco desactivó la ofensiva al recordar el respaldo de los populares al Informe Zubia que sirvió de base para el calendario de 33 traspasos de Batet. Los dos gobiernos ya pactaron el año pasado dos líneas de tren y un tramo de la AP-1.

El Gobierno español ha pedido al PNV que reconozca el esfuerzo que ha realizado Sánchez presentando un calendario. Aunque los jeltzales lo reconocen, también asumieron un riesgo importante apoyando la moción de censura de Sánchez y quieren resultados concretos. Se da por hecho que los socialistas mantendrán el calendario después de las elecciones si vuelven a gobernar, pero no es realista pensar que un gobierno de la derecha se vaya a sentir vinculado por él.