- La Sección Segunda de la Audiencia de Navarra ha condenado a 8 años de prisión, por un delito de abuso sexual sobre una persona menor de 16 años con acceso carnal, a un joven de 22 años que mantuvo una relación sexual con una menor de 15 en una localidad de Tierra Estella. En el juicio, el acusado, natural de Colombia, alegó que creía que la denunciante tenía 16 o 17 años. Sin embargo, el tribunal consideró probado que el procesado era conocedor de "la verdadera" edad de la denunciante y, además, en todo caso, debería haber probado su afirmación.

Según la sentencia, que puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo, el encausado deberá indemnizar con 6.000 euros a la víctima, a la que no podrá acercarse, ni comunicarse, ni residir en su misma localidad durante 13 años, informó el Tribunal Superior de Justicia de Navarra.

En el juicio, celebrado en junio de 2019, el Ministerio Fiscal solicitó una condena de 8 años por un delito de abuso sexual, mientras que la acusación particular, que calificó los hechos como constitutivos de agresión sexual (violación) al estimar que en la relación sexual hubo violencia o intimidación, reclamó una pena de 12 años. La defensa abogó por la absolución.

Los hechos enjuiciados se produjeron la madrugada del 15 de julio de 2015. El acusado llevó en su coche a la menor a su casa y en el trayecto le dijo que le gustaba. En el transcurso de la conversación, la joven le dijo que acababa de cumplir 15 años, y que mantenía una relación de noviazgo con un joven al que el inculpado conocía.

Sobre las 2 horas, la víctima y el procesado comenzaron una conversación por WhatsApp, en la que se intercambiaron fotografías. En una de ellas, el acusado "aparecía en ropa interior, en otra tumbado con el torso desnudo y en una tercera totalmente desnudo". En las dos últimas fotos, tomadas desde el vehículo, aparecía la vivienda de la menor. Por su parte, la joven le envío al menos una foto "donde aparecía vestida con un top revestido por una malla negra y pantalones cortos".

El encausado le pidió que saliera a la calle y la menor accedió. Después, tras haberse besado, ambos accedieron a la vivienda de ella. Según la sentencia, él insistía en que le gustaba, en que tenía 22 años, trabajaba y disponía de coche, y le instaba a que mantuvieran una relación sexual. Finalmente, comenzaron una relación sexual que concluyó tras pedirle ella en dos ocasiones que cesara porque sus familiares les iban a oír. Por la mañana, tras contar a su novio lo ocurrido, éste interpuso denuncia ante la Policía Foral.

El tribunal, que no aprecia la violencia o intimidación invocada por la acusación particular, tacha de "coherente y convincente" el relato de la denunciante. Esta aseguró que le dijo al joven "que acababa de cumplir 15".

Respecto al delito de agresión sexual imputado por la acusación particular, la Sección Segunda de la Audiencia valora el informe pericial elaborado por los forenses, según el cual no se apreció "ningún signo de violencia ni en el aspecto ginecológico ni en ninguna otra parte del cuerpo de la denunciante".