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La devolución del IRPF de la maternidad costará 35 millones a las arcas forales

Las medidas tributarias aprobadas los dos últimos años tendrán un impacto de 41,6 millones en la recaudación de 2021

La devolución del IRPF de la maternidad costará 35 millones a las arcas forales

- La devolución retroactiva de la tributación por las prestaciones de maternidad y paternidad entre los años 2015 y 2018 tendrá un coste para la Hacienda foral de 35,2 millones. La medida, aprobada el pasado año antes de la llegada de la pandemia, tendrá efectos presupuestarios en la declaración de la renta de la próxima primavera, cuando madres y padres verán compensada la tributación por los nacimientos entre los años 2015 y 2018.

Será mediante deducción progresiva en función de la renta, y no como una exención total como ha ocurrido en el resto del Estado tras la anulación de la normativa para el régimen común. El impacto presupuestario final será superior al que inicialmente había previsto el Gobierno foral, que había cifrado la media en 29,5 millones.

Es el cálculo que ha realizado la propia Hacienda Foral, que en la previsión de ingresos que acompaña a los presupuestos fija en 41,6 millones el impacto negativo que sobre la recaudación de 2021 van a tener las medidas fiscales aprobadas los dos últimos años. De ellos, 6,3 millones serán modificaciones permanente para futuros ejercicios. En estas cantidades se encuentran los impuestos ya aprobados por el Estado y que recaudará Navarra, como el aumento del IVA a las bebidas azucaradas o el mayor tipo impositivo para las primas de seguros.

No se incluyen en cambio medidas en trámite pero todavía por aprobar. Es el caso del impuesto al diesel que propone el Gobierno central, pero para el que no tiene apoyos en el Congreso, por lo que Hacienda de momento no lo cuantifica como posible ingreso. Tampoco lo hace con las nuevas medidas que ha presentado el propio Gobierno de Navarra, y que incluyen cambios en la tributación de los planes de pensiones y en las deducciones por creación de empleo, que deberían tener un impacto positivo en la recaudación en 2022. No se incluye la exención del IAE, que a partir de ahora dejarán de recaudar los ayuntamientos, que el Gobierno foral tiene previsto compensar a las entidades locales por la vía de gasto.

No obstante, es la deducción en el IRPF a la prestación por maternidad y paternidad de los años 2015 a 2018 la que mayor impacto presupuestario va a tener en este próximo año. Son 35,2 millones que el Gobierno deberá afrontar de golpe en la declaración de la renta, y que deberá tramitar en una coyuntura muy diferente a la de cuando fue diseñada, con la pandemia lastrando la recaudación y ajustando el margen de gasto. Por poner en contexto la cifra, la devolución retroactiva del IRPF supone tres veces más que las ayudas a la hostelería aprobadas recientemente (10 millones), casi lo mismo que se va a invertir en contratar nuevo personal para hacer frente a la covid-19 (46 millones) y cerca del 8% de toda la deuda pública que se va a emitir el año que viene para compensar la caída de la recaudación (460 millones).

En los presupuesto de 2021 también van a tener un impacto importante otras medidas aprobadas el pasado año. Es el caso de la deflactación de la tarifa del IRPF del 2%, con la que se equipararon las tablas del impuesto a la inflación para evitar pérdidas de poder adquisitivo, y que supondrá 12,4 millones menos. O la exención del patrimonio empresarial, que implica una menor recaudación de 5,8 millones. En total, la reforma fiscal del pasado año tendrá un efecto de 50,5 millones de menos ingresos, que se verá compensada por las medidas aprobadas en Madrid, lo que deja el impacto final en 41,6 millones. La cifra podría variar con las reformas tributarias que se puedan aprobar de aquí a final de año.

Normativa propia. La devolución del IRPF tributado por las prestaciones de maternidad colea desde finales de 2018. El Tribunal Supremo anuló la normativa estatal, obligando a una exención total de las ayudas por el cuidado del hijo en las primeras semanas de vida. La medida no afectó a Navarra, con legislación propia, provocando así una sensación de agravio en una parte de la población. El Gobierno de Uxue Barkos alegó que no se podía modificar la ley tributaria con carácter retroactivo, y que hacerlo vía exención sería además socialmente injusto porque beneficia mucho a las rentas altas y poco o nada a la bajas. En su lugar, optó por una deducción en función de la renta, de un coste similar, pero solo a partir de 2019. Tras las elecciones el Gobierno de Chivite, que había hecho de la devolución una bandera de campaña, optó por hacer extensiva la deducción al periodo 2015-2018, descartando la devolución total del impuesto como pedían algunas madres, que criticaron la decisión. Para evitar el problema de la retroactividad, se optó por hacer la devolución de forma progresiva y en función de los ingresos de 2020, aunque la prestación corresponda a un nacimiento de fecha anterior.

La devolución del IRPF equivale a tres veces las ayudas a la hostelería y cerca del 8% de la deuda pública del próximo año