La portavoz de Geroa Bai hace un balance positivo de los dos años de coalición de Gobierno con PSN y Podemos. No obstante, se muestra crítica en algunos aspectos de la gestión del Ejecutivo foral. En especial en lo relativo al autogobierno, por entender que se ha estado demasiado pendiente de lo que se decidía en Madrid, y la política lingüística. Una cuestión en la que se muestra muy crítica con el PSN, a quien culpa de ser "rehén de sus complejos con la derecha". Uxue Barkos avanza en cualquier caso que no romperán la coalición por este motivo. "Debemos actuar con perspectiva", argumenta la líder de Geroa Bai, que si bien da por perdida "la batalla" de la valoración de méritos en la zona no vascófona, considera que lo importante es "seguir trabajando para lograr la victoria del euskera". "Porque esa es una victoria de toda la sociedad navarra", defiende.

¿Qué papel juega Geroa Bai en el Gobierno de Navarra?

Un papel fundamental. Somos un socio exigente, y es verdad que eso a veces genera peleas sordas que no siempre trascienden a la sociedad. Pero también somos un socio leal. Lógicamente, no siempre tenemos éxito, porque al PSN a veces le pueden las inercias. En cualquier caso, el balance global creo que es exitoso.

¿Cómo valora la gestión de la pandemia?

Se ha hecho un trabajo honrado y abnegado, siempre con la vista puesta en las personas. Buscando una salida igualitaria de la crisis. En este sentido, creo que la valoración es positivo y que merece el reconocimiento, así como el agradecimiento y el aplauso al trabajo que se ha hecho en tantos ámbitos de la sociedad.

Sin embargo, fue muy crítica con el final del estado de alarma.

Porque fue una irresponsabilidad que tenía mucho que ver con las urgencias electorales de Sánchez en Madrid. Negarlo es querer engañarse. Y ahí la posición del Gobierno de Chivite fue poco responsable. En otras ocasiones ha defendido bien a Navarra, pero en esa, no. Y no se hizo por no desairar una decisión completamente partidista.

A veces no queda claro si Geroa Bai es Gobierno u oposición.

Somos miembro de Gobierno, desde luego. Pero la lealtad y la defensa del interés general no pasa por la complacencia, ni por un silencio cobarde. Pasa por trabajar las diferencias en privado y hacerlas públicas cuando toque hacerlo, por desagradable que resulte. Eso, por supuesto, no significa que siempre tengamos razón.

¿Cree que funciona la coalición de Gobierno?

Es evidente que sí. Este es un Gobierno institucionalmente muy solvente y lo estamos viendo en el día a día. Diría que bastante más estable que muchos otros gobiernos autonómicos y que el propio Gobierno central.

¿Más o menos de lo que esperaba?

Digamos que con arreglo a lo que viejos conocidos podíamos esperar.

La relación con el PSN es buena, entonces.

Yo por mi parte no diría que es mala. A veces tenemos formas de hacer política diferente, y a veces también enfados enormes. Pero es normal. No supone ninguna sorpresa.

¿Con qué se ha enfadado más?

Me ha costado entender casos como el pago a la concesionaria de la AP-15. Una decisión que no compartimos y que criticamos dentro del propio Gobierno, pero no se nos hizo caso. Tampoco nos ha gustado cómo se ha gestionado el convenio con Navarra Televisión, ni por supuesto, la gestión del decreto de valoración de méritos en la Administración.

Pese a todo, ¿comparte con el vicepresidente Javier Remírez que esta es una alianza estructural?

Por nuestra parte sí, absolutamente de acuerdo. Lo venimos diciendo desde 2007, y celebro que ahora lo diga también el PSN. Navarra ha cambiado, y lo ha tenido que hacer también el PSN, porque si no corría el riesgo de quedar fuera de juego de forma definitiva.

¿Cree que esa apuesta del PSN es ya irreversible?

En esta vida nada es irreversible. Así que no conviene bajar la guardia. Pero sí es verdad que el Gobierno de Navarra sigue avanzando en la senda iniciada la pasada legislatura, y eso es muy importante.

¿Cómo es su relación con la presidenta, María Chivite?

La normal entre dos personas que comparten objetivos globales, que tienen sintonía en muchos aspectos, pero en ocasiones miradas diferentes. Tenemos orígenes políticos distintos, y eso se nota a veces.

Ha pasado de ser presidenta a ser portavoz del grupo que apoya al Gobierno. ¿Le ha resultado difícil la transición?

No. Desde la noche electoral tuve claras dos cosas. Que el crecimiento de Geroa Bai, tras una legislatura dura, suponía su consolidación como proyecto. Y que la sociedad demandaba un Gobierno progresista liderada por el PSN. Lo dije la noche electoral y hubo quien me lo afeo, incluso desde mi propia formación. Pero siempre lo he tenido claro.

¿Cree que Geroa Bai tiene visibilidad suficiente en el Gobierno?

No creo que nadie dude de la presencia de Geroa Bai en el Gobierno. Soy consciente de que hoy en día se impone al política del relato. Pero al final, forzar estrategias con ese único objetivo acaba siendo un error. No desdeño la importancia del relato, por supuesto. Pero no puede ser el eje y la base de la acción política. A largo plazo, los hechos tienen mucho más valor.

¿Está compensado el reparto de responsabilidades dentro del Consejo de Gobierno?

Es lógico que la presidenta y su partido tengan mayoría en el Consejo de Gobierno. Y nosotros tampoco hemos buscado nunca un reparto numérico al peso. No queremos sumar consejerías, sino ámbitos de responsabilidad y de actuación. Áreas en las que podamos aportar al interés general, como el cambio del modelo productivo, la economía circular, el equilibrio territorial, las relaciones con Europa o la convivencia.

¿Y cree que lo están haciendo bien?

A la vista está. La apuesta de los departamentos que gestiona Geroa Bai está perfectamente alineada con la que hace la Unión Europea. Ahora, con la pandemia y con la apuesta europea por los fondos de recuperación, nuestras áreas han adquirido una importancia sideral. Pero para nosotros ya la tenían antes también. Si Navarra está muy bien posicionada para captar fondos europeos, es por todo el trabajo que se hizo en la pasada legislatura.

El Departamento de Hacienda ha creado una oficina para la gestión de los fondos. ¿Hay rivalidad dentro del Gobierno por el control de las ayudas?

No. La nueva oficina es una adaptación administrativa al decreto que regula el reparto de los fondos. Seguramente habrá momentos de dificultad, pero tanto el PSN como nosotros tenemos claro que debemos trabajar conjuntamente en un ámbito que es clave para el futuro de Navarra. No creo que haya problemas ahí.

¿Qué espera de los fondos europeos? ¿Es optimista?

Eso es algo que depende del Gobierno de Sánchez. Vamos a ver cómo lo hace. Pero no soy muy optimista, la verdad. La historia nos dice que en estas cuestiones en Moncloa siempre se ha impuesto la tentación partidista. Y el tipo de gobernanza que se ha adoptado para el reparto de los fondos apunta ya en esa dirección. En cualquier caso, habrá que esperar a ver la letra pequeña.

Recientemente aseguró en una rueda de prensa que iban a ser más exigentes con el Gobierno foral. ¿Implica un cambio de actitud a partir de ahora?

No. Simplemente dijimos que estamos en el ecuador de la legislatura y en un momento en el que se empieza a vislumbrar el final de la pandemia. Y entendemos que, en este punto, nos toca ser más exigentes en algunas cuestiones. ¿En cuáles? En el todo lo referente al autogobierno desde luego, y en particular, en el Convenio Económico. Estamos en un momento crucial para Navarra, y el Gobierno debe ser muy exigente con el Estado. No podemos seguir dependiendo de las inercias del entorno.

¿No ve al Gobierno lo suficientemente firme en la defensa del autogobierno?

No dudo del compromiso del Partido Socialista con el autogobierno, pero sus intereses como partido no pueden estar por encima del interés general. Por eso le vamos a exigir firmeza ante el Estado en el traspaso de competencias, en los fondos europeos y en la actualización del Convenio. Debe ser firme con el Estado, incluso cuando le pueda resultar incómodo o le pueda exigir confrontación con compañeros de partido al otro lado de la mesa.

¿Por qué no hay acuerdo en el tema del euskera con el PSN?

Porque el PSN sigue siendo rehén de la campaña que la pasada legislatura hizo de la mano del PP y UPN. Se mintió a los ciudadanos haciéndoles creer que si no sabían euskera tenían menos oportunidades para entrar en la función pública. Y ahora, en lugar de explicarlo bien, prefiere no baremar el euskera por miedo a un desgaste electoral. No se me ocurre manera más pobre, simple y frívola de insultar a una parte de esta comunidad y a la inteligencia de cualquier navarro.

¿Y qué va a hacer Geroa Bai?

Desde luego no nos vamos a dejarnos confundir, que es lo que algunos quisieran. No llegaremos a un acuerdo en la zona no vascófona, y vamos a ser muy críticos ahí. Pero también vamos a ser exigentes en una solución urgente para la zona mixta y para Osasunbidea. El PSN debe dejar de mirar para otro y debe resolver al menos eso, porque la discriminación es inadmisible.

¿Puede Geroa Bai formar parte de un Gobierno que discrimina a los euskaldunes en la zona no vascófona?

Lo que no puede hacer Geroa Bai es dejar el Gobierno y que se siga discriminando a los euskaldunes también en la zona mixta. Desgraciadamente, en esta materia no tenemos mayoría y eso requiere una política de resistencia. Debemos actuar con perspectiva y seguir trabajando allí donde podemos mejorar la situación del euskera. No subestimemos todo lo que se ha conseguido estos seis años.

¿No habrá ruptura del Gobierno, entonces?

Si algo nos demuestra la historia en Navarra es que las políticas de maximalismos, las de un extremo y las del otro, no nos llevan a ningún lado. Hemos perdido una batalla, es así. Una batalla dolorosa. Pero queda mucho trabajo por hacer en el fomento y en el prestigio del euskera, porque esa también es una victoria de la propia sociedad navarra. Resistencias siempre vamos a encontrar, pero debemos insistir de la forma más efectiva, y para eso debemos estar dentro del Gobierno.

¿Esta discusión dejará heridas?

Deja una profunda decepción. No puedo comprender cómo un partido con responsabilidades de gestión, en lugar de hacer pedagogía y explicar que ningún navarro queda en inferioridad de condiciones para entrar en la Administración, ha preferido seguir siendo rehén de la trampa en la que se metió la pasada legislatura. El PSN debería quitarse de una vez por todas los complejos que tiene con la derecha y dejar de tomar decisiones por miedo a un desgaste electoral en la Ribera.

Pero es lógico que el PSN cuide sus intereses electorales. Entre otras cuestiones porque también está en juego la continuidad de la propia mayoría de Gobierno.

Eso lo puedo entender. Pero en política la coherencia es fundamental, y el PSN muchas veces acaba rozando el larguero. Lo acabamos de ver en Pamplona. Le ha regalado la legislatura a Enrique Maya a cambio de unos presupuestos que pierden su orientación progresista. Eso no es coherencia, es debilidad. Y nos recuerda dónde ha estado siempre el PSN, y por qué es importante que Geroa Bai permanezca en el Gobierno.

¿Por qué hay tanta dificultad para sumar mayorías progresistas en los ayuntamientos?

No es desde luego por responsabilidad nuestra. Es más, en muchos de estos ayuntamientos el panorama hubiera sido distinto si el espacio que representa Geroa Bai tuviera más fuerza.

¿El progresivo entendimiento entre el PSN y EH Bildu es un riesgo electoral Geroa Bai?

No es algo que nos preocupe, sinceramente. Más allá de que esa relación se esté normalizando, y eso es muy positivo, las diferencias todavía son profundas en materias muy importantes. Hoy por hoy, el entendimiento entre el PSN y la izquierda abertzale en las instituciones necesita también la presencia de Geroa Bai. Esta legislatura es un buen ejemplo de que en Navarra no es posible sumar mayorías progresistas si el papel de Geroa Bai no es sólido y determinante.

¿Por qué nace Geroa Socialverdes?

Por la necesidad de ordenar y articular una acción política potente y capaz de llegar a todo el territorio. Geroa Bai nació hace 10 años, y necesitábamos ordenar mejor a quienes trabajábamos de forma independiente. De alguna forma, hemos hecho política, política socialverde además, antes que organización.

¿Lo entiende así también el PNV?

Yo creo que sí. La apuesta socialverde es una apuesta por Geroa Bai. La pandemia quizá nos ha dificultado ese proceso de comunicación interna, pero ya está superado. En estos momentos Socialverdes y el PNV trabajamos en preparar las elecciones de 2023.

¿Con Uxue Barkos al frente?

Con Geroa Bai, por descontado, y con Uxue Barkos también. Donde la organización decida, con fuerza y con ganas, por supuesto.

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¿Qué nota le pone a la gestión del Gobierno de Navarra?

Un notable en la gestión de la pandemia; un aprobado raspado a la defensa del autogobierno, cooperación sí, inercias no; y desde luego un suspenso rotundo en euskera.

¿Cuál ha sido el mayor acierto del Gobierno foral?

Poner a las personas y su bienestar por delante de cualquier otra situación.

¿Y su mayor error?

No haber puesto la defensa del autogobierno en la vanguardia de la toma de algunas decisiones.

¿Cuál ha sido la restricción que más le ha condicionado?

Al principio, ver a mi madre en una ventana y no poder abrazarla. Y después, con el cierre perimetral, no poder ver a mi hijo, que está estudiando fuera.

¿Hemos aprendido algo con la pandemia?

No tengo ninguna duda, a valorar aquello que de verdad da sentido y calidad a nuestra vida.

¿Qué lugar de Navarra ha descubierto recientemente?

Me he reencontrado, por ejemplo, con la cascada de Xorroxin.

¿Cuál es el principal reto de futuro que tiene Navarra?

Mantener nuestra ambición por la riqueza social de los servicios públicos y hacerlo cambiando el modelo productivo.

¿Del 1 (izquierda) al 10 (derecha), dónde se sitúa?

En un 4.

Twitter, Facebook o Instagram, ¿qué red social prefiere?

Soy torpe en el uso, pero las utilizo mucho para informarme.

Diga una palabra en euskera.

Bai, rotundo y positivo.

¿Qué es Madrid para usted?

Una ciudad donde he sido muy feliz. Pero también una entidad administrativa donde los navarros tenemos tanto que batallar, con lealtad pero con mucha firmeza.

¿Y Europa?

El entorno donde debemos trabajar por una sociedad que se implica en derechos civiles y humanos.

¿Navarra necesita más o menos autonomía?

Necesita ejercer soberanía, y para eso necesita todas las competencias recogidas en la Lorafna y las que puedan venir.

¿Hacen falta más o menos impuestos?

Hacen falta impuestos bien gastados.

¿Qué haría este fin de semana si tuviera 20 años?

Lo que cualquier joven, disfrutarlo. Y como lo ha hecho la gran mayoría, con responsabilidad. La convivencia en Navarra pasa por... El reconocimiento y el respeto al diferente.

¿Dónde se ve en cinco años?

Disfrutando de la vida.

  • "La actitud del PSN con el euskera es pobre, simple y frívola. Debería quitarse de una vez los complejos que tiene con la derecha"
  • "Somos un socio leal, pero también exigente. Navarra sigue avanzando por la senda iniciada la pasada legislatura, y eso es muy importante"