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Advierten de un posible repunte en consumos tóxicos en menores tras la pandemia

Suspertu recomienda la importancia de negociar con los adolescentes -Avisan de que los padres no deben tomar decisiones desde la culpa o la pena

Advierten de un posible repunte en consumos tóxicos en menores tras la pandemiaIñaki Porto

Expertos del programa Suspertu de Proyecto Hombre advierten de la posible explosión en consumos en menores que puede haber tras las flexibilizaciones de medidas anticovid y tras prácticamente un año sin ocio nocturno. Con las medidas anticovid, desde el recurso destacan que los menores han estado “muy controlados, muy limitados, y han tenido un control externo respecto a los horarios porque no podían salir a determinadas horas y tampoco podían juntarse en grupos”.

A la vez que esas medidas han evitado primeros consumos o posibles situaciones de riesgo, también han generado una contención, que durante la desescalada puede derivar en una explosión “más potente” de lo que podía haber en un verano o un curso normal, porque “no ha habido un aprendizaje o entrenamiento progresivo”.

Al respecto, alertan de que los menores están deseosos de “experimentar todo lo que no han podido hasta ahora” y es probable se puedan dar situaciones a las que “antes no les había tocado enfrentarse”. En esta línea subrayan la importancia de llevar a cabo un proceso de aprendizaje tanto para adolescentes como para los padres, en el que se consiga a negociar y a manejar situaciones con adolescentes. “Entendemos que es parte de un crecimiento por parte de ambos”, recalcan.

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PROCESO DE DESESCALADA Un proceso de aprendizaje que es habitual pero que en la actualidad tiene otras características añadidas debido a la pandemia. Por un lado, en las familias “hay un cierto hartazgo” por todas las restricciones que ha habido en los meses previos. Por ello, desde Suspertu, reconocen que “es posible que haya más apertura, menos supervisión o menos límites, incluso esa tentación de que los chavales salgan más porque antes no han podido. Que no está mal pero puede entrañar sus riesgos”.

Por otro lado, por parte de los y las adolescentes, debido a esa contención o el no haber podido experimentar hasta ahora, puede generar que algunos y algunas “empiecen a forzar a los padres en el sentido de que no han podido vivir la adolescencia que habéis vivido vosotros, y ahora me tendréis que dejar más y tendréis que ser más permisivos conmigo porque yo he sufrido”. Ante esta situación, indican de que “es más fácil que algunos padres y madres entren ahora en ese juego y es peligroso”.

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A pesar de esas ganas de salir y de experimentar, y el deseo de los padres y madres de ser un poco más permisivos debido a las restricciones anticovid que ha experimentado también los menores estos meses, desde Suspertu recuerdan que “se puede hacer una desescalada progresiva respecto a la supervisión y los límites con los hijos por parte de los padres para que después no tengamos que tener situaciones para lamentar”.

El hecho de poner límites, subrayan que más que un castigo es “ir viendo qué confianza dan ellos y ver cómo van controlándose”. El hecho de dar más a o menos libertad, aconsejan que deber realizarse según las características de un adolescente como su nivel de autonomía y las herramientas que vaya teniendo. Lo que se pretende es realizar un acompañamiento ante esa exposición a situaciones de riesgo que se puedan dar cuando salgan de fiesta. “Se trata de ir dandolos de manera ordenada y de forma que el adolescente pueda no complicarse la vida en esas situaciones”, recuerdan.

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Además, inciden en la importancia de “no tomar decisiones por parte de los padres desde el sentimiento de pena o de culpa sino realizando un análisis de la situación de las características de cada hijo para intentar acompañar y apoyar en este tipo de situaciones, no sólamente por el hecho de limitar sino de enseñar y de guiar”.

EL POST-IT

Suspertu. Nació en 1997, como respuesta a la demanda de ayuda de numerosos padres y madres de adolescentes que acudían a Proyecto Hombre preocupados por el consumo de drogas de sus hijos/as. Por lo general eran estudiantes que convivían con su padres y madres, y que consumían alcohol, tabaco, cannabis, y en menor medida, otras drogas como el éxtasis . Por lo general, su consumo no reunía las características propias de una drogodependencia, y precisaba una intervención de corte más preventivo..