Juan Daroca, jefe del Grupo 2 UDEF de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Navarra, utiliza una metáfora fácilmente comprensible para explicar las dificultades que afrontan a la hora de investigar y perseguir a los autores de delitos informáticos, especialmente las estafas. "Es como en el fútbol: el balón corre más rápido que los jugadores. El dinero y los delincuentes se mueven muy rápido, más que nosotros", lamenta.

El responsable de la unidad dedicada a la investigación de delitos económicos de la Policía Nacional en Navarra admite que "la gran mayoría de asuntos que recibimos son estafas bancarias cometidas por medios informáticos. Es una avalancha", asegura. Fraudes mediante phising, carding, compras por Internet, alquileres de pisos, clonado de tarjetas de móviles... la tipología de estafas crece cada día y los obstáculos para investigarlas se mantienen, sobre todo teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos los autores ni siquiera se encuentran en territorio español.

Daroca lo achaca a la burocratización que experimentan estas investigaciones. "Por cada solicitud a un banco para identificar al titular de una cuenta a la que ha ido parar el dinero de la víctima, tenemos que realizar una petición al juzgado, que la tiene que autorizar. Y mientras se nos autoriza el acceso a la información, el dinero ya ha saltado a otra cuenta, a otro país".

El responsable policial explica que "en el 98% de los casos que se nos denuncian, el autor de una estafa está fuera de Pamplona. Si se encuentra en otra parte de España, podemos seguir las investigaciones con la colaboración de otras Jefaturas. Si está en un país de la Unión Europea, tenemos mecanismos bastante eficientes vía Europol. Pero si está fuera de la UE, tenemos que recurrir a Interpol, a solicitar comisiones rogatorias internacionales... El sistema bancario es muy eficiente y permite mover el dinero con mucha velocidad, mientras que el sistema policial y judicial tiene sus conductos, sus cauces, que lo hacen lento".

Por ello, Daroca considera necesario "agilizar todos estos trámites, con las entidades bancarias, con las compañías de telefonía, con los juzgados, porque si no somos ágiles, no vamos a poder ser eficaces. El legislador, las entidades bancarias, las compañías telefónicas debemos ir de la mano y buscar las fórmulas para aligerar la carga burocrática que existe en la actualidad".

Así las cosas, la mejor forma de resolver una estafa es que no se cometa. "La prevención es fundamental. Es súper eficaz, porque as estafas que vemos no son engaños elaboradísimos. Algunos son incluso burdos, pero en algún momento todos podemos estar expuestos, porque recibimos muchas comunicaciones en nuestro correos elecrónicos o en nuestros móviles".

BLOQUEAR LAS TRANSACCIONES

Aunque identificar y localizar al autor de una estafa es una labor compleja y costosa, Daroca es menos pesimista con el bloqueo bancario del dinero y su recuperacion. "Tenemos más éxito recuperando dinero que identificado autores, porque en algún momento, los bancos también detectan movimientos irregulares y paralizan los fondos. Una persona en Tailandia que ha accedido a una base de datos y ha copiado los datos de 200 DNI, puede crear hoy en día 200 cuentas bancarias y posiblemente no podamos llegar hasta él, pero sí parar el dinero".

Al respecto, Daroca subraya que es "muy importante que se nos avise con rapidez ante un indicio de haber sido víctima de una estafa. En cuanto se detecta que hay algún movimiento extraño en la cuenta bancaria, hay que acudir a la Policía, porque tenemos los canales con los bancos muy depurados para poder paralizar transacciones fraudulentas. Ese dinero queda bloqueado, se judicializa la denuncia y se solicita al juez que el banco ordene reintegrar el dinero a la víctima".

Sin embargo, las compras por Internet con numeraciones de tarjetas obtenidas en la deep web, que anteriormente se dirigían a comprar productos tangibles, ahora se están enfocando a adquisiciones de servicios virtuales, como suscripciones a videojuegos, a plataformas tipo Twitch, o criptomonedas, que posteriormente se revenden y el dinero vuelve a ser físico al realizar extracciones en cualquier parte del mundo. En esos casos seguir el rastro del dinero es muy difícil" .

Las estafas que se producen en la compraventa de artículos a través de páginas de segunda mano son las menos difíciles de perseguir para los cuerpos policiales, admite Daroca. "En estos casos casos, el autor sí suele estar en España, porque conoce la plataforma, el idioma... Ello simplifica las investigaciones y solemos tener un porcentaje de éxito elevado en su esclarecimiento", concluye.