- La recaudación tributaria mantiene la línea creciente de los últimos meses. Según datos de la Hacienda Foral, los ingresos públicos han crecido un 16,2% en los primeros diez meses del año. Una cifra elevada y positiva, pero que conviene matizar. 2020 fue un año extraordinario marcado por las restricciones de movilidad y el confinamiento, por lo que estaba previsto un repunte importante para el ejercicio actual. Pero no por ello los datos dejan de ser buenos. Respecto a 2019, la recaudación tributaria mejora un 6,7%, confirmando así la tendencia económica favorable pese a las incertidumbres que asoman por el horizonte.

Así lo confirman los datos de octubre, un mes muy relevante, ya que se recaudan las cuotas mensuales correspondientes al mes de agosto y las cuotas trimestrales del tercer trimestre de retenciones como de IVA, además del pago a cuenta del Impuesto de Sociedades, tanto de las entidades sujetas a normativa navarra como estatal.

Se confirma por lo tanto que la recuperación económica mantiene el impulso de los últimos meses, si bien se observa una pequeña ralentización respecto a septiembre. En la comparativa con 2019, los datos del mes anterior dejaron un incremento del 7,7%, y un 19,3% respecto a 2020. Un cambio relativo teniendo en cuenta la especificidad de cada uno de los meses en el calendario de ingresos, pero que apunta una pérdida de fortaleza que habrá que confirmar en las próximas semanas.

Con todo, la recaudación sigue por encima de las previsiones de inicio del año. El fin de las restricciones y la vuelta paulatina a la normalidad han disparado los ingresos fiscales por encima de lo estimado, hasta el punto de que en los primeros diez meses de año se ha recaudado ya el 91% de todo lo estimado para el conjunto del ejercicio. Cuando el año pasado a estas alturas se había recaudado apenas el 74,2% del presupuesto. Una tendencia que el Gobierno confía en mantener en los próximos meses pese a algunos nubarrones económicos con forma de inflación, falta de suministros y de materias primas.

Con todo, el Ejecutivo foral mantiene las previsiones económicas para 2022. Un crecimiento del 5% del PIB y una mejora del empleo del 3,8%, que junto con los fondos europeos deben sostener el presupuesto del próximo año. Un proyecto expansivo que esta semana comienza en el Parlamento su tramitación con la aprobación ya garantizada.

Bajando a la concreción de los datos, la Hacienda Foral ha recaudado en los primeros diez meses del año 3.485,7 millones de euros, casi 500 millones más que en el mismo periodo de 2020. Más de un tercio proviene del IRPF (1.383 millones), que crece un 7,6% gracias sobre todo a las retenciones de trabajo, que se incrementan en un 8,2%. Por su parte, el Impuesto de Sociedades presenta un incremento del 10,3% en su recaudación global, siendo los pagos a cuenta el componente cuya recaudación más ha incrementado en términos interanuales (48,6%). Respecto a los impuestos indirectos, los ingresos por gestión directa de IVA siguen arrojando una recaudación acumulada por encima de la de 2020. Son 412,7 millones, un 32,6% superiores a la de hace un año. El conjunto del IVA, incluidos los ajustes, ascienden a 1.185 millones, prácticamente 300 millones más, lo que supone un aumento del 33,7%.