La gestión del Circuito de Los Arcos, de nuevo en manos del Gobierno foral desde 2019 tras desistir la empresa arrendataria, ha vuelto al debate del Parlamento, donde las críticas a su "caprichosa" construcción en 2010 han unido a los grupos frente a Navarra Suma.Lo ha hecho con motivo de la comparecencia de la presidenta de la Cámara de Comptos, Asun Olaechea, para exponer el informe sobre el Arrendamiento del Circuito de Navarra entre 2014 y 2019, período en el que esta infraestructura de propiedad pública inaugurada en 2010 (con un coste de más de 55 millones de euros, que finalmente asumió en un 95 % el gobierno foral pese a que entró con un 45 % de la propiedad al principio) ha estado gestionada por una empresa arrendataria.

La gestión actual la lleva a cabo la empresa pública NICDO, con un gasto de 2,4 millones de euros en 2020 con 0,68 millones de ingresos, déficit más abultado debido "en parte a la pandemia", ha dicho Olaechea, quien sobre el futuro de esta infraestructura ha realizado dos recomendaciones: Analizar cuál es la alternativa más eficiente cuando se retome la normalidad tras la pandemia y realizara análisis previos a la toma de decisiones.

Todo ello, ha dicho, siempre bajo una "gestión especializada" en este tipo de infraestructuras por las características propias de su actividad.

En el turno de los grupos, el solicitante, Maiorga Ramírez (EH Bildu) ha incidido en sus criticas desde el inicio de esta obra "faraónica y de despilfarro al más puro estilo 'UPN Style'", ha dicho para asegurar que se decidió acometerla "sin informes, planificación ni justificación".

"Transparencia, claridad, llamar a las cosas con su nombre y que las decisiones se tomen de manera contrastada y planificada y no al capricho e interés como se hizo" son las demandas que ha planteado ahora Ramirez.

Por Navarra Suma, Carlos Pérez Nievas ha afeado que cada vez que se debate sobre la actualidad del Circuito se retrotraigan a la decisión de construirlo, un informe que "ya se hizo" en su momento, por lo que se ha centrado en defender que en la misma época se construyó Baluarte o el Navarra Arena, "también UPN Style" y que hoy "son un acierto", de forma que ha abogado por solucionar su gestión.

El socialista Carlos Mena también ha recordado la "nefasta gestión desde el inicio" de esta obra, también con el "auténtico desastre" que ha sido la gestión por la arrendataria, pero con "una infraestructura que ya existe, lo que nos queda es explotarla al máximo para gestionarla bien, porque puede ser revulsivo para la zona en la que está construida".

Pablo Azcona (Geroa Bai) ha coincidido en considerar este como "un caso de libro, el mas sangrante por su volumen, de la forma de hacer de UPN", y también ha considerado que ahora el Parlamento y el Gobierno tienen como labor la de "encajar la sostenibilidad, ya que la viabilidad es difícil, porque esto es un marrón que tiene la Administración".

En la misma línea, por I-E Marisa De Simón se ha mostrado de acuerdo en entrar a la labor de "abordar qué se hace" con esta infraestructura: "Me parece correcto, lo que no me parece correcto es una huida hacia adelante sin tener en cuenta lo que ha ocurrido hasta ahora".