El próximo lunes 25 de abril muchos escolares y docentes se pondrán cara por primera vez. Después de casi dos curso de pandemia, las mascarillas dejarán de ser obligatorias en todos los espacios de los centros educativos de la Comunidad Foral con la excepción del autobús escolar. Asimismo, Educación recomienda el uso del cubrebocas al profesorado y personal de administración y servicios vulnerable a la covid-19, a mayores de 60 años y en aquellas estancias cerradas en los que no se pueda garantizar la distancia interpersonal de 1,5 metros. El adiós a las mascarillas supone un punto de inflexión de una pandemia que ha dejado a su paso cerca de 40.000 escolares y unos 5.000 docentes contagiados, lo que supone en torno al 38% y 43% del total de ambos colectivos.

Lejos queda aquel mes de septiembre de 2020 cuando la mascarilla se convirtió en un complemento obligatorio para poder acceder a los centros educativos. Su uso ha sido obligatorio para todo el personal docente y no docente mientras que en el caso del alumnado los mayores de 6 años (Primaria y Secundaria) también debían llevarla en clase e incluso en el patio, salvo los últimos meses, mientras que los de Infantil sólo tenían que usarla en las entradas y salidas al colegio y por los pasillos.

A partir del lunes, día en el que se retoman las clases tras las vacaciones de Semana Santa, el uso del cubrebocas deja de ser obligatorio con carácter general, tanto para el alumnado como para el profesorado y personal no docente. El Departamento de Educación, según informó ayer, va a enviar a los centros educativos navarros, públicos y privados concertados, una actualización de las instrucciones relativas al uso de la mascarilla en la que se subraya "la necesidad de tener una especial atención y respeto a las personas que quieran seguir utilizando mascarillas en situaciones de no obligatoriedad, fomentando el respeto a la diversidad".

Para el personal docente y no docente vulnerable al coronavirus (inmunodepresión por causa intrínseca o extrínseca y embarazadas), la sección de Prevención de Riesgos Laborales del Departamento recomienda un uso responsable de la mascarilla, preferentemente quirúrgica, salvo informe del personal sanitario de la Sección de Prevención en el que se aconseje para el caso concreto la FFP2. Para las personas vulnerables, por ser mayor de 60 años, Riesgos Laborales recomienda un uso responsable de mascarilla, preferentemente quirúrgica.

También se recomienda utilizarla en espacios cerrados en los que no pueda garantizarse la distancia interpersonal de 1,5 metros y ventilación adecuada, o cuando se requiera la atención al público en general.

En el único espacio vinculado al ámbito educativo en el que la mascarilla sigue siendo obligatoria es en el transporte por lo que aquellos alumnos y alumnas que hagan uso de este servicio para ir a la escuela o instituto deberá seguir llevando un cubrebocas en la mochila. Asimismo, de acuerdo a las indicaciones de Salud Público, Educación recuerda que se debe utilizar la mascarilla cuando se presenten síntomas compatibles con la covid-19 y cuando se sea contacto estrecho de un caso confirmado.

Poca flexibilización

La desaparición de las mascarillas supone un importante hito en un ámbito, el educativo, en el que apenas ha habido flexibilización de las restricciones a diferencia de otros contextos sociales.

Durante el primer curso, en el que durante muchos meses la población no estaba vacunada, los protocolos fueron muy estrictos e incluso se dio el absurdo de que el alumnado de Infantil iba sin mascarilla en clase pero en el patio se la tenía que poner. El pasado septiembre se suavizaron algunas medidas. Por ejemplo, el alumnado de Infantil se quitó la mascarilla en el recreo y se permitió el juego de contacto y el uso de alumnos materiales como los balones.

En octubre se eliminaron los confinamientos en bloque en Primaria, limitándose a Infantil, y se permitió a ambas etapas mezclarse con otros grupos durante el recreo. La llegada de ómicron y los contagios masivos llevaron a Educación a recular y después de Navidad y recuperar los grupos burbuja. Sin embargo, el 10 de febrero con el final de la mayoría de restricciones en Navarra se suprimieron de nuevo los grupos burbuja y la mascarilla dejó de ser obligatoria en el patio.

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