Viscofan, la única multinacional navarra afectada por la tasa Tobin
Navarra recaudó algo más de diez millones en 2023, y en lo que va de 2024 la cifra no llega a los dos millones y medio
El Estado creó los impuestos en 2021 y Navarra los recauda desde 2023. De hecho, en septiembre del año pasado ambas administraciones acordaron un traspaso de papeles definitivo –de la Agencia Tributaria a la Hacienda Foral– que incluyó el envío, por parte del Estado, de 7,6 millones a modo de liquidación por ambas tasas. Eso hizo que Navarra pudiera cerrar el año con una cifra de recaudación que superó por poco los diez millones de euros: 3,2 aportó la Tobin y el resto, pasados los 7 millones, supuso la Google. Es decir, que el balance final de las tasas entre 2021 y 2023 es de poco más de diez millones.
Los datos de recaudación en lo que va de año muestran una tendencia a la baja similar. Las tasas van tirando, sí. Pero poco a poco. Según los últimos datos disponibles, publicados a junio de 2024, la tasa Tobin va por los 826.938 euros, mientras que la Google llega hasta los 1.676.046 euros. La misma dinámica que en el Estado, donde la Tobin tira un poco menos que la Google.
Y eso que, desde 2021, afecta a cada vez menos empresas. Para tener que pagar la Tobin, el valor de capitalización bursátil de la firma tiene que superar los 1.000 millones. A 1 de diciembre de 2023, la lista contenía 51 firmas. De todas ellas, solo una navarra: Viscofan. La multinacional, con sede en Tajonar y una gran fábrica en Cáseda, es referencia mundial en envoltorios comestibles para la industria alimentaria –salchichas, chorizos...–. Tiene un valor bursátil de 2.631 millones.
Hay que entender que la tasa Tobin, lo que hace, es obligar al pago de un impuesto del 0,2% sobre las adquisiciones de acciones de las empresas que tienen dicha valoración en los mercados. Desde 2021, la lista de empresas ha ido a menos: de 57 el primer año, a 52 el segundo y 51 para este ejercicio.
¿Por qué no recauda?
El impuesto siempre estuvo por debajo de las previsiones y el Gobierno de España explicó, en respuesta a una pregunta formulada en el Congreso de los Diputados, los motivos por los que a noviembre de 2021 ya se vía que no iba a funcionar tan bien.
Las nuevas tasas digitales no despegan y cada vez las pagan menos empresas
En su día, el Gobierno justificó la bajada por tres motivos. Primero, porque desde el planteamiento inicial hasta el proyecto final fueron todavía menos empresas de lo esperado las que superaron la cotización de 1.000 millones. Después, que el impuesto rebajó un poco sus pretensiones: desechó algunas figuras como las operaciones intradía o los CFDs, –pura ingeniería financiera– que en principio se pensaban incluir. Y, en última instancia, porque las empresas también juegan. “Es posible que los agentes económicos hayan derivado sus inversiones a productos no afectados con la finalidad de evitar la tributación”, reconocía el Gobierno de España.
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