Los departamentos de Salud y Derechos Sociales del Gobierno de Navarra, con la entrada en la Fase 2 de la desescalada del coronavirus, han acordado un procedimiento para visitar centros para personas con discapacidad a partir de este lunes siempre y cuando no existan casos de COVID-19 entre los residentes.

Este procedimiento de visitas, que abarca a todas las personas con discapacidad que residen en viviendas supervisadas y centros residenciales, utilizará un sistema de cita previa, mientras que en el caso de residencias de personas mayores se permitirá en supuestos excepcionales.

Estos supuestos excepcionales, según ha detallado en rueda de prensa al ser preguntado al respecto la consejera Carmen Maeztu, son el final de la vida, el alivio de descompensación neurocognitiva del residente o situaciones de grave deterioro de la situación psicoafectiva de la persona, a criterio del personal técnico de la residencia.

También, aunque sin permitir la entrada, se contempla la posibilidad de "contacto visual y verbal" entre las familias y los residentes en el entorno residencial bajo el cumplimiento de las normativas de movilidad y distanciamento físico con el personal, los residentes y el resto de familiares.

Dependiendo de cómo evolucione la situación epidemiológica de aquí a la próxima semana, a partir del 1 de junio se estudiará la posibilidad de permitir las visitas en centros de personas mayores siguiendo el procedimiento acordado y con los equipos de protección adecuados al nivel de riesgo.

El protocolo de las visitas establece diversas medidas de prevención, tanto durante como después de la misma, como "desinfección de manos y toma de temperatura, uso obligatorio de mascarilla quirúrgica tanto por parte del visitante como por parte del residente", así como la distancia de seguridad de dos metros.

Asimismo, se establecerá un sistema de registro de visitas y se habilitarán espacios específicos para las visitas con circuitos señalizados e incluso, en algunos casos, se podrá pasear con los residentes en espacios externos al centro con un máximo de un kilómetro de distancia y una duración determinada.

Tanto el inicio de las visitas a residentes en centros de personas con discapacidad, a partir de este lunes, como de personas mayores, próximamente, será complementario de las otras vías de comunicación ya utilizadas durante el confinamiento para mantener el contacto familiar.

Por otra parte, según subraya el Ejecutivo, estar en contacto con los residentes implica un "mayor riesgo de contagio" por lo que es "imprescindible ser estrictos en el cumplimiento de las medidas higiénicas y establecer un plan de contingencia ante la posibilidad de que se produzca un brote"

Este plan, con el que ya cuentan los centros, incluirá la disponibilidad de una unidad específica de aislamiento, dimensionada de acuerdo al número de plazas y las características de los espacios físicos.