París - El presidente francés, Emmanuel Macron, apostó ayer por colocar al frente del Ministerio de Ecología a un leal, François de Rugy, hasta ahora presidente de la Asamblea, ante la espantada del popular Nicolas Hulot, en la que supone su primera crisis de Gobierno desde las legislativas del verano de 2017.

En la misma tanda, reemplazó a la titular de Deportes, la excampeona de esgrima Laura Flessel, por otra antigua deportista de éxito, la exnadadora de origen rumano Roxana Maracineanu, después de que la primera anunciara por sorpresa su renuncia a primera hora de la mañana alegando “motivos personales”. Macron apostó por el mínimo cambio posible, ante los rumores que apuntaban a que emprendería una remodelación de calado en un momento en el que su popularidad se desmorona a niveles tan bajos como los que tuvo su predecesor, el socialista François Hollande.

Prefirió mantener el rumbo, sustituir a los dimisionarios y no aprovechar para dar un vuelco al Gobierno a menos de un año para unas elecciones europeas que se anuncian claves y tras los inconvenientes de los últimos meses.

Suplir a un peso pesado como Hulot, un hombre muy popular, expresentador de televisión, con mucho predicamento en los medios ecologistas y con un innegable peso, era todo un desafío para el presidente, poco habituado a que le den la espalda.

Lo intentó con el líder de Mayo del 68 Daniel Cohn Bendit, otra personalidad política de la defensa del medio ambiente, pero finalmente decidió no correr riesgos y colocar a una figura de perfil más moderado, pero que le asegura respaldo a su línea política. Cuando unas semanas después de su victoria en las presidenciales de 2017 Macron puso la decisiva cartera de Medio Ambiente en manos de Hulot se aseguraba un respaldo de muchos quilates y daba a su Ejecutivo un claro perfil ecologista. - Efe