brasilia - El candidato ultraderechista Jair Bolsonaro, dirigente del Partido Social Liberal, se hizo el domingo con la victoria en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil con el 46,66% de los votos, frente al 28,46% que consiguió su principal oponente, integrante del Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad.

Así pues, ambos candidatos tendrán que acudir, el póximo 28 de octubre, a una segunda vuelta, ya que ninguno logró hacerse con más del 50% de las papeletas el domingo. Sin embargo, la estadística parece jugar en contra de Haddad, ya que desde las presidenciales de 1989, ningún candidato que ha ganado en primera vuelta ha perdido en la segunda.

En tercera posición está el exgobernador y candidato del Partido Democrático Laborista (PDT), Ceará Ciro Gomes, que obtuvo el 12,50% de los votos. Este fue categórico a la hora de descartar apoyar a Bolsonaro. “Él no, sin duda”, respondió cuando se le preguntó.”Mi historia de vida es una historia de defensa de la democracia, contra el fascismo”, dijo para justificar su decisión.

Tras los comicios, Bolsonaro agitó la bandera del “anticomunismo”, ya que no se puede “dar un nuevo paso a la izquierda”, manifestó. Mientras, Haddad visitó en la cárcel a su mentor y líder del Partido de los Trabajadores (PT) Luiz Inacio Lula da Silva, que cumple una condena de 12 años por corrupción, desde donde ofreció un diálogo a las “fuerzas democráticas” de Brasil para frenar a su rival.

acabar con el crimen A la espera de la segunda vuelta, el exmilitar Bolsonaro, xenófobo y machista, parece haber afianzado el favor de los brasileños hastiados de la corrupción de la clase política y de la violencia, que en 2017 produjo más de 63.000 asesinatos, una cifra récord por tercer año consecutivo.

Ante esto, propone penas más duras contra homicidas y narcotraficantes, castración química para violadores, empoderar a la Policía, armas para la población y un programa de privatización de la economía, así como luchar contra la polarización del país, dado que “Brasil es uno solo y dará el primer paso rumbo a la prosperidad”.

“Reducir el número de ministerios, extinguir y privatizar estatales, combatir fraudes en la Bolsa-Familia para que quien la necesite pueda tener ese amparo humanitario ampliado, descentralizar el poder dando más fuerza económica a los estados y municipios. ¡La política al servicio del brasileño!”, escribió ayer en Twitter el ultraderechista, quien prometió que su discurso “no será de paz y amor”.

Por su parte, el abanderado del PT, el exalcalde Haddad, deberá transitar hacia el centro y establecer un diálogo con las clases medias que reniegan del partido, si quiere tener posibilidades de revertir la situación y ganar a Bolsonaro en segunda vuelta, todo ello sin dejar de hacer guiños a la izquierda más radical.

“Iniciaremos mañana una campaña para salir victoriosos en la segunda vuelta”, aseguró Haddad, que insistió que “hay mucha cosa en juego”. No obstante, el apoyo de Gomes no sería suficiente para Haddad, sino que debe también hacerse con parte importante de los 5 millones de votos conseguidos por el centroderechista Geraldo Alckmin en la primera vuelta. Algo difícil, teniendo en cuenta que su partido se ha opuesto al petismo y a Da Silva en los últimos años.

maniobras “presidenciales” A la espera del 28 de octubre, Bolsonaro, que, en caso de ser elegido presidente tendrá que lidiar con un Congreso sumamente fragmentado, reveló ayer que ya ha comenzado los contactos con los recién elegidos diputados y senadores para forjar una base aliada en el Congreso, que será clave para sacar adelante los planes de su eventual gobierno.

Así pues, el Partido Social Liberal (PSL) de Jair Bolsonaro, que hasta ahora contaba solo con 8 diputados, sorprendió ayer en la cámara baja ampliando su bancada a los 52, un crecimiento que le sitúa como segunda fuerza del Congreso y que ninguna encuesta había vaticinado. - Efe/E.P.

Asesinato. El músico Romualdo Rosário da Costa, de 63 años, fue asesinado a puñaladas la madrugada de ayer en un bar, tras una disputa por el resultado electoral.

20,3%

La abstención fue alta. El 20,3% de los brasileños no fueron a votar, lo que supone 29,9 millones de ciudadanos, la cifra más elevada desde los comicios de 2002.