WASHINGTON. "Tengo el derecho absoluto para declarar una emergencia nacional. No debería de llegar a declararla porque esto es de sentido común. (...) Necesitamos un muro", dijo Trump en declaraciones a los periodistas en la localidad fronteriza de McAllen (Texas, EE.UU.). Trump visitó hoy la frontera para insistir en la "necesidad" de levantar un muro en el linde con México, en medio de un cierre administrativo que ha mantenido una cuarta parte del Gobierno paralizada desde hace 20 días por el desencuentro entre el mandatario y los demócratas respecto a la barrera fronteriza. xEn sus declaraciones a la prensa, Trump defendió que "nunca" ha dicho que México escribiría un cheque para pagar la construcción del muro, a pesar de que ha repetido en reiteradas ocasiones que el país vecino financiaría la protección fronteriza.

"Cuando durante la campaña electoral yo dije 'México pagará por el muro', obviamente, nunca quise decir que van a escribir un cheque; dije que lo van a pagar. Y lo van a hacer", insistió el mandatario.

Sin embargo, la campaña electoral de Trump describió en abril de 2016 los pasos que el entonces candidato tomaría para obligar a México a pagar entre 5.000 y 10.000 millones de dólares para financiar el muro.

Ese supuesto plan se basaba en gran medida en amenazar con prohibir las remesas de mexicanos viviendo en Estados Unidos hacia sus familiares en el país azteca, a menos que el Ejecutivo mexicano pagase una cantidad para el muro. "Es una decisión fácil para México: realizar un pago único de entre 5.000 y 10.000 millones para garantizar que 24.000 millones continúen fluyendo en su país cada año", reflejó la nota de la campaña.

Los últimos días, la Casa Blanca ha empezado a sentar las bases para una posible declaración de emergencia nacional para construir el muro y han estudiado diferentes vías de financiación, incluyendo dinero no utilizado en el presupuesto del Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense, informó hoy el diario The Washington Post.

De acuerdo a esa publicación, Trump ha instado a ese cuerpo a determinar con qué rapidez podrían firmarse los contratos y si la construcción podría comenzar dentro de 45 días.

El Gobierno de Trump afronta desde el 22 de diciembre el cierre del 25 % de la Administración, situación que afecta a unos 800.000 empleados que han dejado de percibir su salario y ha trastocado el funcionamiento de distintos espacios turísticos o las actividades de agencias a las que no se les han asignado nuevos recursos.

Pocos avances han ocurrido en los últimos 20 días, ya que ni Trump ni los demócratas han cedido territorio en las negociaciones y se espera que el cierre administrativo pueda durar varias semanas más.