Teherán - El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, descartó ayer una guerra entre su país y Estados Unidos, pese a las actuales tensiones en el golfo Pérsico, así como volver a negociar con Washington, a la que calificó de “venenosa”. “La opción definitiva de la nación iraní será la resistencia frente a EEUU y, en esa confrontación, EEUU se verá obligado a retirarse”, dijo el líder supremo. Jameneí afirmó que ese enfrentamiento no es militar, sino “un choque de voluntades: ni nosotros ni ellos estamos buscando una guerra”, aseveró el líder, que señaló que “nadie debe temer la aparente grandeza de EEUU” ni su despliegue militar en el golfo Pérsico, porque “su verdadero poder es mucho menor”.

La tensión ha vuelto a aumentar en el golfo Pérsico después de que cuatro barcos petroleros, dos de ellos saudíes, resultaran dañados el domingo en el puerto emiratí de Fujairah en supuestos actos de sabotaje. Este incidente se produjo en un momento complicado debido a la decisión de EEUU de aumentar su despliegue militar en la zona con el envío del buque de asalto anfibio USS Arlington, misiles Patriot, el portaaviones USS Abraham Lincoln y bombarderos.

Tras asegurar que los estadounidenses no son de fiar, el líder hizo hincapié en que “la negociación es incorrecta” y en que ningún funcionario iraní ha tratado de llevarla a cabo. Jameneí consideró que EEUU “fracasará” en su política contra Irán, que dijo estar en gran parte dictada por “el bárbaro régimen sionista”. Irán está bajo sanciones de EEUU desde el año pasado, cuando el presidente Donald Trump decidió abandonar el acuerdo nuclear de 2015 firmado entre Teherán y seis grandes potencias.

Pese a todo, el propio secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, aseguró el martes que EEUU no busca una guerra con Irán, aunque advirtió de que responderá si sus intereses se ven amenazados por la República Islámica. - Efe