Berlín. Los socialdemócratas alemanes optaron hoy por una troika para que asuma interinamente la dirección del partido, tras la renuncia de su líder, Andrea Nahles, en medio de las crecientes dudas sobre la continuidad de la gran coalición liderada por la canciller, Angela Merkel.

En una rueda de prensa conjunta, la jefa del Gobierno de Renania-Palatinado, Malu Dreyer, miembro de esa troiak, aseguró que el partido "ni ha quedado decapitado ni carece de dirección" y que la dirección interina de la que forma se toma "muy en serio" la tarea de dirigir el partido en esta "fase de transición".

La jefa del Gobierno de Mecklenburgo-Antepomerania, Manuela Schwesig, asimismo en el equipo, señaló que ninguno de los tres "ha escogido esta situación", pero como vicepresidentes del Partido Socialdemócrata (SPD) recae sobre ellos la responsabilidad de dirigirlo.

Subrayó que "los socialdemócratas tienen una responsabilidad también hacia el país en su conjunto" y señaló que ante la "situación difícil" y las "tareas diversas", tiene sentido que el peso se reparta entre tres.

"Tenemos miembros del gobierno muy exitosos", dijo Schwesig, al referirse entre otros al vicecanciller y ministro de Finanzas, Olaf Scholz, y al titular de Exteriores, Heiko Maas, y subrayó que "nadie debe preocuparse de que la SPD no sea lo suficientemente fuerte" como para seguir trabajando para el país.

El tercer miembro de la troika, el líder del SPD en Hesse, Thorsten Schäfer-Gümbel, anunció que el próximo día 24 la cúpula se reunirá para debatir sobre la futura estructura del partido, el procedimiento para elegir a su nueva presidencia y apuntó a la posibilidad de que ésta sea bicéfala.

La ejecutiva del partido deberá marcar ahí una posible fecha para el próximo congreso del partido que, tendrá lugar entrado ya octubre, y en el que entre otros puntos figurará el de haber balance de la gran coalición, antes de alcanzar la mitad de la legislatura.

Asimismo, la reunión deberá servir para debatir contenidos y estrategias dentro del partido, agregó.

Los tres presidentes interinos, que decidieron por unanimidad y por su condición de vicepresidentes del partido asumir esa tarea, aseguraron asimismo que queda descartada para ellos presentar su candidatura a la jefatura del partido tras esta fase de transición.

La crisis del SPD ha hecho que en Alemania se cuestione la continuidad del gobierno de Angela Merkel, quien ayer expresó ya su voluntad de seguir adelante con sus socios y hoy mostró su confianza en la "solidez" de los tres miembros de la troika del SPD, los tres implicados en el pacto de coalición suscrito en 2018.

Una ruptura de la coalición colocaría a Alemania ante tres escenarios posibles: elecciones anticipadas - según el diario "Bild", la más probable -, una nueva alianza con liberales y verdes, la misma cuya creación no llegó a consumarse después de los comicios de 2017 tras la retirada de los primeros, y un gobierno en minoría encabezado por Merkel.

Ni conservadores ni socialdemócratas desean nuevos comicios, tras haber caído a mínimos en las generales de 2017 y descendido aún más en las europeas del pasado 26 de mayo.

Desde el bloque conservador se insiste en la voluntad de mantener en pie la gran coalición, por "sentido de responsabilidad", hacia el país y hacia Europa, ratificó hoy la líder de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer.

AKK, como se denomina en Alemania a la sucesora de Merkel al frente de la CDU, declinó concretar sí ella sería la candidata del bloque, en caso de elecciones, ante reiteradas preguntas en esa dirección.

"Depende del SPD que siga adelante la gran coalición", afirmó, para añadir que su partido no contempla "hoy por hoy" el escenario de unas elecciones anticipadas, de modo que tampoco se discute sobre quién será el cabeza de lista.

AKK, elegida jefa de la CDU en diciembre, no ha logrado aún asentar su liderazgo y los sondeos la colocan muy por detrás en la apreciación del elector respecto a Merkel y respecto al líder de los Verdes, Robert Habeck.

Desde la formación ecologista, segunda fuerza en las pasadas europeas tras los conservadores, su co-presidenta Annalena Baerbock, descartó que su partido vaya a actuar como "aliado en la reserva", en caso de que a la coalición de Merkel "le falten las fuerzas" para seguir adelante.

Si ello ocurre, el paso a seguir es la convocatoria de nuevas elecciones, afirmó Baerbock, aunque sin concretar tampoco quién sería el cabeza de lista de su partido - ella misma o Habeck -.

Los Verdes han concurrido tradicionalmente en las elecciones bajo la fórmula de candidaturas bicéfalas, pero ahora ese sistema se perfila ya como impracticable.

Por primera vez en la historia, y ante la debilidad del SPD, en caso de celebrarse ahora elecciones la lucha por el poder estaría entre conservadores y Verdes, por lo que sería difícilmente trasladable al elector una lista bicéfala, sin determinar quién ocupará la Cancillería, en caso de ganar la elección.