brasilia - El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dio ayer un claro respaldo a su ministro de Justicia, Sergio Moro, frente a las sospechas surgidas sobre su actuación como juez en el proceso que llevó a la cárcel al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva.

Bolsonaro, el mayor antagonista político de Lula, recibió a Moro para una reunión privada en su residencia oficial y luego, juntos, embarcaron en una lancha para atravesar el lago Paranoá de Brasilia y asistir a una ceremonia en la que el ministro fue condecorado.

Aunque no hizo declaraciones públicas, Bolsonaro respaldó así a Moro y su parcialidad ante un escándalo surgido a raíz de unos mensajes obtenidos por el portal The Intercept Brasil que el ahora ministro de Justicia habría intercambiado, como juez, con fiscales de la operación Lava Jato sobre el proceso en el que halló a Lula culpable de corrupción.

Los mensajes, transmitidos por mensajería Telegram, llegaron a The Intercept gracias a un hacker anónimo que intervino los teléfonos de Moro y algunos fiscales, y sugieren que el entonces magistrado pudiera haber orientado algunas acciones de la investigación contra Lula, lo cual está expresamente prohibido por la ley.

los mensajes La aparición de esos mensajes ha dado alas a la defensa de Lula y a su Partido de los Trabajadores (PT), que siempre denunciaron que el expresidente había sido víctima de una “persecución política” y que el juicio en su contra estaba “viciado” y debía ser declarado nulo.

De hecho, el jefe del equipo de abogados de Lula, Cristiano Zanin Martins, subrayó ayer que esos mensajes serán utilizados para “reforzar” ante la Justicia sus solicitudes de “nulidad del proceso” y de “declaración de inocencia” e inmediata liberación de Lula.

El expresidente ya ha sido informado sobre el nuevo giro que ha dado el caso y, según otro de sus abogados, Jose Roberto Batochio, “quedó sorprendido” por “la rapidez con que la verdad fue revelada” y por “el elevado grado de promiscuidad en los diálogos entre quien juzga y quien acusa”.

En el PT, la reacción fue la misma. “Lula ha sido víctima de una asociación criminal dirigida por Moro”, declaró la presidenta del partido, Gleisi Hoffmann, quien exigió la dimisión del ministro, que en ese cargo es responsable por la Policía Federal, que investiga la filtración de los mensajes y su veracidad. “¿Cómo puede la Policía Federal ser dirigida por quien tiene que ser investigado?”, planteó Hoffmann.

La defensa de Lula confía ahora en una apelación que presentó el año pasado a la Corte Suprema, en la que pedía justamente la nulidad del proceso debido a lo que calificaba de “parcialidad” por parte de Moro. - Efe

El ministro de Justicia, Sergio Moro, asegura que los mensajes son “incompletos”. Según el ministro Sergio Moro y los fiscales de la Lava Jato, lo “grave” del asunto es que teléfonos de “autoridades” fueron intervenidos de forma ilegal. El ministro aseguró ayer que esos mensajes son “incompletos”, han sido “quitados de contexto”, que “no hay nada” en ellos y que un juez “normalmente” conversa con los fiscales de un caso, así como con los abogados de la defensa.