pamplona - El que la sigue la consigue. Eso parecía que pensaba Donald Trump cuando publicó en su cuenta de Twitter una invitación dirigida a Kim Jong-Un para volver a verse aprovechando su estancia en Corea del Sur. Es la tercer vez que los dos líderes se encuentran en poco más de un año, cuatro meses después de su segunda cumbre celebrada en Hanói (Vietnam) a finales de febrero. Un tuit lanzado al aire que pareció recoger de buen agrado el líder norcoreano, pues pocas horas después se daba el momento histórico.

El mundo entero estaba pendiente de dicho encuentro que, como no podía ser de otra manera, mostró un espectáculo más al que nos tienen acostumbrados ambos líderes. Digno de un encuentro de Hollywood del que se espera una respuesta de acción, a las 15.30 hora coreana (8.30 hora española), en Panmunjon, la aldea de la paz en la frontera comenzaba el show. Trump salió de la Casa de la Paz, en el Sur. Kim lo hacía desde el pabellón de Panmunjak, en el Norte. Ambos se reunieron en la Zona Desmilitarizada (DMZ), la franja fronteriza entre las dos Coreas, y desde la línea de demarcación pasaron juntos a suelo norcoreano. “Me alegro de verlo de nuevo”, saludó el líder del Norte al estrechar efusivamente la mano de Trump. “No esperaba jamás verlo en este lugar”, reconoció.

Trump ha hecho historia, y lo sabe. Llenó los oídos de su homólogo norcoreano asegurando que es “un gran honor” para él pisar el suelo de ese país. Por su parte, Kim Jong-un ha expresado que la visita de Trump a territorio norcoreano refleja su voluntad para trabajar para un futuro mejor. “Un apretón de manos con el presidente de EEUU en la zona de división de Corea es en sí mismo un símbolo de cambio”, añadió el líder norcoreano.

avances Y cambios parece que habrá porque el encuentro improvisado tuvo sus frutos. Tras una hora de reunión a puerta cerrada ambos países, que se mantienen en guerra desde hace 70 años, reactivaron ayer las conversaciones sobre la desnuclearización, estancadas desde febrero. Sin embargo, desde la Casa Blanca aseguraron que “no hay prisa” para la desnuclearización de Corea del Norte.

Tras concluir su encuentro con Kim, Trump explicó que “en las próximas dos o tres semanas van a empezar a trabajar los equipos”, y que al frente de la delegación estadounidense van a estar el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el enviado especial de EEUU para Corea del Norte, Stephen Biegun. “Nos hemos reunido y nos gustamos el uno al otro desde el primer día y eso es lo que importa”, afirmó Trump quien quitó peso a los ensayos de los norcoreanos argumentando que “cualquier país prueba con regularidad”.

Este encuentro también supuso otro apretón de manos, el de Kim con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, que también acudió a la frontera; una figura clave para mediar en el proceso de desnuclearización. El mandatario estadounidense incluso planteó informalmente a Kim visitar EEUU, algo que hasta ahora no ha hecho ningún líder del régimen. “Le he dicho, ‘¿Sabes qué? En el momento adecuado vas a venir, los dos vamos a estar ahí’ Pero aún nos queda camino por recorrer. Veremos”, dijo Trump sin especificar cuál fue la reacción de Kim al comentario.

Una invitación con la que seguro no estarán de acuerdo los precandidatos presidenciales demócratas, que reprocharon ayer a Trump que haya viajado a la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur para “hacerse la foto” con Kim Jong-Un y no haber logrado avances tangibles para resolver el contencioso del programa nuclear norcoreano. - D.N.