caracas - El cuerpo del militar venezolano Rafael Acosta Arévalo, muerto hace 12 días cuando se encontraba en prisión y bajo custodia del Gobierno de Nicolás Maduro, fue inhumado ayer por orden de un tribunal de Caracas, informó el abogado de la familia Acosta, Alonso Medina Roa. Tras la presión ejercida desde la familia, el Parlamento venezolano y distintas organizaciones defensoras de los derechos humanos, se realizó el reconocimiento del cadáver y se procedió a la inhumación por orden de un tribunal penal, aseveró el letrado Medina Roa.

El letrado manifestó que “se hicieron todos los trámites de ley y simplemente ahora vamos a la inhumación controlada”, medida dictada por el Tribunal 36 de control. A juicio de Medina Roa, “se puede interpretar que las autoridades gubernamentales dijeron “yo lo maté y yo lo entierro”. Asimismo, señaló que el informe forense “refleja la realidad de lo ocurrido”, sin ofrecer más detalles.

“procedimiento ilegal” Los accesos a la Morgue de Bello Monte -donde se preparó el cuerpo- fueron tomados desde temprano por efectivos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), así como el ingreso al Cementerio de La Guairita, un camposanto privado ubicado al este de Caracas. El ingreso de los medios de comunicación al cementerio fue impedido por efectivos de la PNB y funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), brazo policial cuya disolución inmediata fue recomendada en el reciente informe de derechos humanos de Naciones Unidas sobre Venezuela.

A través de un vídeo publicado en redes sociales, la viuda de Acosta Arévalo, Waleswka Pérez, denunció que la Morgue de Bello Monte, adscrita al Ministerio de Interior y Justicia, habría incurrido en “procedimiento ilegal” al procesar la “entrega controlada del cuerpo. Yo no he solicitado ningún servicio fúnebre de esa empresa”, afirmó la viuda de Acosta Arévalo, al tiempo que comparó este procedimiento con el que ocurrió a principios de 2018 con la muerte de otro opositor a Maduro, el expolicía Óscar Pérez. - Efe