Washington - El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó hoy que "el odio no tiene cabida" en el país, a la vez que citó problemas de "salud mental" al comentar los tiroteos de Ohio y Texas, que dejaron 29 muertos y decenas heridos el fin de semana.

"El odio no tiene cabida en nuestro país", afirmó Trump a los periodistas antes de embarcar en el avión presidencial rumbo a Washington tras pasar el fin de semana en su club de golf de Bedminster, Nueva Jersey.

En unas breves declaraciones acompañado de su esposa, Melania, el mandatario indicó que los tiroteos eran parte "de un problema de salud mental".

Evitó, sin embargo, responder a las preguntas acerca del supuesto manifiesto anti-inmigrante publicado por el sospechoso de la masacre de El Paso, Texas.

La matanza ocurrida en El Paso, ciudad estadounidense fronteriza con México con cerca de 700.000 habitantes (de los que más del 80% es de origen hispano), ha centrado la mirada del mundo a una realidad que lleva latente desde hace años en EEUU. Una realidad simple: defender al país de una supuesta invasión de hispanos, que se ha visto agravada desde la llegada de Donald Trump al poder. El magnate lleva azuzando el miedo a la inmigración de América Latina desde hace dos años y medio; él mismo empleó la palabra “invasión” para referirse a la ola de familias centroamericanas solicitantes de asilo que llegan masivamente a ciudades fronterizas como El Paso.

La Policía estadounidense, que investiga el tiroteo como “terrorismo doméstico”, centra su trabajo en un manifiesto sin firmar de 2.300 palabras colgado en internet -todo apunta a que sería del autor de la masacre- titulado La verdad inconveniente, que promueve la teoría supremacista blanca conocida como “el gran reemplazo”. El texto arranca apoyando al supremacista blanco que perpetró sendos atentados contra dos mezquitas de Christchurch (Nueva Zelanda), con 51 muertos, el pasado mes de marzo. Además, en el que asegura que sus opiniones sobre la inmigración “son anteriores a Trump y a su campaña por la presidencia”. Sin embargo, las acusaciones van dirigidas al presidente de EEUU.

El segundo tiroteo en menos de 24 horas tuvo lugar en Dayton, una ciudad de 140.000 habitantes, en el que el pasado mayo hubo una protesta en la ciudad del grupo supremacista blanco KKK y recientemente esta comunidad sufrió el azote de los tornados. El gobernador de Ohio, Mike Dewine, emitió una declaración en la que calificó el tiroteo de “atroz”, y elogió la “rápida respuesta” de la Policía “al poner fin a esta tragedia”. Es el tercer tiroteo con más de cuatro fallecidos que se registra en una semana. En lo que va de año, se contabilizaron 250 ataques con armas de fuego por todo el país. Los motivos de este nuevo episodio se desconocen, pero se investiga si el autor pudo verse inspirado por la masacre en El Paso.

demócratas, contra trump Varios aspirantes demócratas a la Casa Blanca en 2020 apuntaron al “racismo” y su condescendencia con el “supremacismo blanco” de Donald Trump. “Es un racista y aviva el racismo en este país, y no solo ofende nuestra sensibilidad, fundamentalmente cambia el carácter de este país y lleva a la violencia”, afirmó Beto O’Rourke, excongresista por Texas tras visitar a heridos en hospitales en El Paso. O’Rourke, nacido en esa ciudad, remarcó que en EEUU ha habido un aumento en los “delitos de odio en los tres años de una Administración donde tienes un presidente que ha llamado violadores y criminales a los inmigrantes mexicanos, aunque cometen crímenes a una tasa mucho más baja que los nacidos en el país. El presidente ha intentado que nos sintamos asustados por ellos”, afirmó en declaraciones a los periodistas, después de cancelar sus actos de campaña en Nevada.

Asimismo, el alcalde de South Bend (Indiana) y también aspirante a la candidatura presidencial demócrata, Pete Buttigieg, cargó contra la retórica desde la Casa Blanca. “El nacionalismo blanco es maléfico y está inspirando a gente a cometer asesinatos, y está siendo condonado a los más altos niveles del Gobierno estadounidense”, afirmó en una entrevista en la cadena CNN. Poco después, precisó que “el presidente de EEUU está condonando el nacionalismo blanco” y aseguró que tiene “una responsabilidad para cortar el brote de raíz”.

Por su parte, el senador Bernie Sanders, también contendiente a la candidatura, evitó culpar a Trump pero aseguró “en todo el mundo se están preguntando qué ocurre en EEUU (...) para ver una vez tras otra horrores indescriptibles”, por lo que reclamó una “legislación sensata sobre control de armas”.

Las autoridades estadounidenses investigan el posible vínculo del sospechoso de la masacre de El Paso con un manifiesto publicado en internet en el que se critica “la invasión hispana de Texas. Ahora mismo tenemos un manifiesto de este individuo que indica un posible delito de odio”, señaló el jefe de Policía de El Paso, Greg Allen, esta madrugada. El mandatario escribió este domingo en su cuenta de Twitter que el tiroteo de El Paso, Texas, “no solo fue trágico, fue un acto de cobardía”. - Efe

Terrorismo doméstico. Las autoridades de EEUU investigan los hechos como un caso de “terrorismo doméstico” y “delito de odio”.

Pena de muerte. El fiscal del distrito de El Paso, Jaime Esparza, anunció horas después de la matanza que buscará la “pena capital” para el hombre acusado de los hechos, que se encuentra detenido en la cárcel del condado de El Paso.

México tomará “acciones jurídicas”. El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, anunció ayer que su Gobierno emprenderá “acciones jurídicas” para exigir la protección de los mexicanos en EEUU.

NY aumenta la vigilancia. La Policía de Nueva York ha aumentado la vigilancia en lugares estratégicos, como Times Square.