Washington - El poder de persuasión de Donald Trump es tan alto que es capaz de conseguir que un Gobierno vete la entrada al país de políticas estadounidenses. Tras la petición del magnate a Israel, el presidente Netanyahu prohibió a las dos congresistas musulmanas, las demócratas Ilhan Omar y Rashida Tlaib, a los pocos minutos del tuit de Trump. “Israel mostraría una gran debilidad si permitiera la visita de las representantes Omar y Tlaib. Odian a Israel y a todo el pueblo judío, y no hay nada que pueda decirse o hacerse para que cambien de opinión”, señaló.

La llegada de las dos representantes estadounidenses estaba prevista para este domingo y se esperaba que Tlaib se quedara unos días más en Cisjordania, donde reside su abuela. La congresista Ihan Omar calificó de “afrenta” la decisión de Israel de vetarles. “Es una afrenta que el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, bajo la presión del presidente Trump, negara la entrada a representantes del Gobierno de EEUU”, dijo Omar, nacida en Somalia, en un comunicado publicado en su cuenta de Twitter. Por su parte, Tlaib, hija de palestinos, tuiteó un mensaje en el que aseguró que la decisión de Israel prohibir la entrada a una congresista de EEUU “es una señal de debilidad”.

Omar y Tlaib han cuestionado a Israel e instado a empresas, artistas y universidades a boicotearlo. Sus comentarios resultaron en una resolución bipartidista de la Cámara Baja en marzo contra “el antisemitismo, la islamofobia, el racismo y otras formas de intolerancia”. Esta no es la primera vez que Trump carga contra Omar y Tlaib. En julio, el presidente acusó a las conocidas como La brigada (The squad) - Tlaib, Omar, Alexandria Ocasio-Cortez y Ayanna Pressley - de odiar a EEUU e Israel, y les urgió a regresar a los lugares de donde vinieron, pese a que tres nacieron en EEUU.

posturas enfrentadas El ministro israelí de Interior, Arie Deri, anunció la prohibición de la entrada a ambas miembros de la Cámara de Representantes de EEUU, en una medida que aseguró que se tomó conjuntamente con el primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu, y el titular de Asuntos Estratégicos, Guilad Erdan. “La decisión se tomó después de que el ministro Deri se diese cuenta de que se trataba de una actividad de boicot contra Israel y que debía impedir que entrasen, de acuerdo a la Ley Israelí de Entrada”, explicó el Ministerio de Interior, que agregó que consideran que las congresistas demócratas usan su visibilidad para “apoyar las organizaciones de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) que llaman a boicotear a Israel”. En esa línea se mostró Netanyahu, que acusó a Omar y Tlaib de “querer hacer daño a Israel” y defendió que su país “está abierto a recibir críticas” menos cuando se trabaja “para imponer boicots sobre Israel”.

Uno de los pesos pesados del Partido Demócrata, Chuck Shumer, líder de los progresistas en el Senado, tachó la decisión de “signo de debilidad”. “Solo va a dañar la relación entre EEUU e Israel y el apoyo hacia Israel. Ninguna sociedad democrática debería temer un debate abierto. Muchos partidarios de Israel estarán profundamente decepcionados con esta decisión, que el Gobierno israelí debería revertir”, apuntó. En el mismo sentido se expresó la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, firme defensora de Israel en EEUU. “Como alguien que ama Israel, me entristece profundamente la noticia de que Israel haya decidido evitar que miembros del Congreso ingresen al país”, destacó.

Incluso el principal grupo de presión proisraelí en EEUU, el Comité de Asuntos Públicos Estadounidense-Israelí (AIPAC), rechazó la decisión . “Creemos que todos los miembros del Congreso deberían poder experimentar Israek de primera mano”. - Efe