Washington - El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, no tendrá “más opción” que someter a juicio político al presidente estadounidense, Donald Trump, si la Cámara Baja, de mayoría demócrata, lo aprueba. “No tendría más opción que asumirlo. Cuánto (tiempo) vayamos a estar en ello es otra cuestión totalmente distinta”, afirmó ayer McConnell en una entrevista en la cadena CNBC.

El pasado martes, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, anunció una investigación de juicio político contra Trump a raíz de una conversación telefónica que el mandatario sostuvo en julio con su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenski, en la que le pidió investigar a Biden y su familia por presunta corrupción en ese país. “Bajo las reglas, se nos requiere avanzar el proceso si la Cámara va por ese camino y seguiremos las normas del Senado”, agregó McConnell.

La Cámara Alta estadounidense, actualmente controlado por los republicanos, deberá contar con el respaldo de dos tercios, 67 senadores, para destituir al presidente.

La Cámara de Representantes, por su parte, necesita una mayoría simple de 218 legisladores para enviar los cargos de acusación al Senado, algo que parece factible dado que los demócratas cuentan con 235 escaños.

McConnell, no obstante, aprovechó la ocasión para criticar el “exiguo historial” de aprobación de leyes por parte del liderazgo demócrata en la Cámara de Representantes. “Si fuese la presidenta (Nancy Pelosi), no querría entrar en las elecciones del próximo año habiendo dicho que todo lo que hizo por el Congreso fue acosar al presidente e intentar sacarlo del cargo”, subrayó.

La llamada telefónica entre Trump y Zelenski motivó que un funcionario -un agente de la CIA, según el New York Times- presentara una queja interna, que tras una pugna política entre el Congreso y el Gobierno se hizo pública la semana pasada. Según la queja desvelada por el Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, el espía se quejaba “de que el presidente de Estados Unidos está utilizando el poder de su cargo para solicitar la interferencia de un país extranjero en las elecciones estadounidenses de 2020”.

Por su parte, Trump, acusa de “traición” al legislador demócrata Adam Schiff y critica de nuevo por “fraude” al informante que ofreció detalles de las presiones del mandatario a Ucrania para investigar al exvicepresidente Joe Biden.

“El denunciante falso no se sostiene. Es sobre todo sobre la llamada del presidente ucraniano que, en el nombre de la transparencia, inmediatamente divulgué al Congreso y al público”, afirmó ayer Trump en su cuenta de Twitter. “El denunciante no sabía apenas nada, su descripción de segunda mano de la llamada es un fraude”, remarcó Trump. También sugirió que Schiff podría ser “arrestado por traición”, al acusarle de exagerar durante su declaración ante el Congreso el contenido de su llamada con el presidente ucraniano ya que “no tenía relación alguna” con lo que dijo durante la conversación.

La llamada hizo que un funcionario -un agente de la CIA, según el diario New York Times- presentara una queja interna, que tras una pugna política entre el Congreso y el Gobierno se hizo pública esta semana y provocó el inicio del proceso para un juicio político contra Trump.

En búsqueda. El supuesto agente de la CIA que denunció presiones de Donald Trump se ha convertido en la persona más buscada de Estados Unidos. “El denunciante falso no se sostiene (...). El informante no sabía apenas nada, su descripción de segunda mano de la llamada es un fraude”, aseguró Trump en su cuenta de Twitter. Posteriormente, en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca, señaló que se está “tratando de averiguar” cuál es su identidad, a la vez que reiteró sus dudas sobre su credibilidad. El supuesto “topo” de la CIA destinado en la Casa Blanca, se ha convertido así en la persona más codiciada de EEUU.