ciudad de méxico - El Gobierno de México defendió ayer su plan contra la migración irregular y afirmó que consiguió reducir cerca del 70% el número de personas que llegan a su frontera con Estados Unidos, contentando al país vecino sin vulnerar los derechos humanos.

De acuerdo con el informe Plan de Migración y Desarrollo presentado ayer por el canciller, Marcelo Ebrard, el flujo de migrantes que llega a la frontera sur de Estados Unidos pasó de 144.116 personas interceptadas en mayo a 42.710 en noviembre, lo que indicaría una disminución del flujo del 70,4%.

reducción récord "Es la reducción más importante de flujos en las últimas décadas", manifestó el ministro, quien además recalcó que a pesar de ser un operativo enorme, a cargo en buena medida de la nueva Guardia Nacional de México, no se ha recibido ninguna denuncia por vulneración de derechos humanos.

Destacó además la reducción en niñas y niños migrantes no acompañados, que ha sido del orden del 82%.

Ebrard indicó que México no ha negado refugio a prácticamente nadie y destacó que este año se está evaluando otorgar asilo a unas 60.000 personas, lo que es "un número muy alto".

En la lucha contra la migración irregular, el canciller destacó que entre mayo y noviembre se logró detener a 103 traficantes de migrantes.

Señaló que gracias a la intervención de fuerzas de seguridad se logró rescatar en total a unos 280.000 migrantes, 59.843 de ellos en la frontera sur.

A inicios de junio y tras una semana de gran tensión, Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo migratorio que evitó que EEUU impusiera aranceles a todos los productos provenientes de México.

A raíz de ello, México envió a las fronteras norte y sur a la recién creada Guardia Nacional, logrando reducir el flujo migratorio, pero también recibiendo críticas por parte de ONG.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, destacó ayer que tras la "crisis" con el Gobierno de Estados Unidos se llegó a un acuerdo "en muy buenos términos" que alejó la "posibilidad de guerra comercial" que hubiera impactado a ambos países.

"Se tomaron medidas y hay buenos resultados, porque se contuvo el flujo migratorio de sur a norte. Se hizo dando opciones de trabajo a migrantes, protegiendo a niños, mujeres, sin violar derechos humanos, y esto permitió alejar el conflicto con Estados Unidos", aseveró el presidente.

El canciller negó que esta política migratoria sea una respuesta a los intereses de Estados Unidos, pues dijo que lo que se "está haciendo es cumplir con la ley mexicana".

Destacó que uno de los objetivos del Gobierno es dar empleo a los migrantes para así frenar su llegada hacia Estados Unidos.

Indicó que se ofrecieron 40.000 vacantes de empleo en la frontera norte, si bien solo alrededor del 10% de estas han sido ocupadas, en su mayoría por migrantes que esperan que Estados Unidos evalúe su solicitud de asilo.

Anunció que en el primer trimestre de 2020 habrá una reunión de Alto Nivel de Cooperantes Internacionales en materia de migración con la finalidad de obtener más recursos para los programas existentes en El Salvador, Guatemala, Honduras y el sur de México, con apoyo técnico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

El plan en Centroamérica impulsado por México -con una inversión de cien millones de dólares- ha comenzado en los últimos meses con dos programas ya implementados en territorio mexicano, uno de reforestación conocido como Sembrando vidas y otro de becas para insertar a la juventud al mercado laboral, llamado Jóvenes Construyendo el Futuro.

Asimismo, Estados Unidos anunció recientemente una iniciativa que se llama América Crece la cual, al parecer del canciller, también "es un logro" de México porque el país consiguió colocar en el plano político la inversión para el desarrollo. - Efe