dublín - El Sinn Féin (izquierda) ha ganado las elecciones legislativas celebradas el sábado en Irlanda por un estrecho margen que le ha permitido imponerse a los dos partidos que tradicionalmente dominaban la política irlandesa, el democristiano Fine Gael y el centrista Fiana Fáil.

En concreto, la formación de izquierda ha logrado bajo el liderazgo de Mary Lou McDonald imponerse en votos en Irlanda por primera vez en un siglo al conseguir un 23,94% de los sufragios, según las primeras proyecciones, mientras que el Fiana Fáil obtendría un 21,27% de votos y el Fine Gael del primer ministro saliente, Leo Varadkar, lograría un 21,08% de los sufragios.

Por detrás quedarían el Partido Verde (7,67%), el Partido Laborista (5,13%), el Partido Socialdemócrata (3,1%) y Solidaridad-La Gente Por Delante de los Beneficios (2,34%), según resultados oficiales y parciales difundidos por la prensa irlandesa.

De los 31 escaños ya asignados al cierre de esta edición en las 39 circunscripciones, 23 habían ido a parar al Sinn Féin por ser la opción más votada. Dos escaños más estaban ya garantizados para el Partido Verde; Fiana Fáil y Fine Gael tenían un representante cada uno y había cuatro independientes ya electos.

El antiguo brazo político del ya inactivo IRA, ha conseguido así acabar de un plumazo con el bipartidismo en Irlanda gracias al apoyo de los más jóvenes y de aquellos a los que la recuperación económica ha dejado atrás.

Una encuesta efectuada a pie de urna el sábado apuntaba a un triple empate al indicar que el partido gobernante, el Fine Gael (FG) de Leo Varadkar, había logrado el 22,4% de sufragios, por el 22,3% del Sinn Féin y el 22,2% del Fiana Fáil (FF), principal fuerza de la oposición en la pasada legislatura bajo la dirección de Micheál Martin, pero los resultados ya sobre recuento indicaban ayer que el Sinn Féin podría ser el vencedor de estos comicios.

La líder del Sinn Féin, la dublinesa Mary Lou McDonald, ha sabido movilizar a los afectados por las desigualdades que han creado nueve años de gobierno del democristiano Fine Gael y de su primer ministro, Leo Varadkar, quien llegaba a estos comicios con el viento de cara, pues la economía nacional crece al ritmo más alto de Europa y roza el pleno empleo.

El jefe del Ejecutivo de Dublín también se había apuntado éxitos internacionales tras desempeñar un papel clave en las negociaciones sobre el acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), obteniendo importantes garantías para amortiguar el impacto de este divorcio en Irlanda.

"Obviamente, estas elecciones han sido las del cambio. El Sinn Féin ha logrado convencer a la gente, a mucha, mucha gente, de que somos la alternativa, el vehículo para lograr el cambio", celebró ayer McDonald, quien tomó las riendas del partido en 2018 en sustitución del histórico Gerry Adams.

el mejor resultado McDonald ha obtenido el mejor resultado de la formación en unos comicios generales, después de varias legislaturas en las que se estancó como tercera fuerza nacional, a cierta distancia del democristiano Fine Gael y del centrista Fiana Fáil, los partidos que se han repartido el poder desde la creación de este país hace casi un siglo.

Parte del éxito de McDonald radica en que su mensaje antiausteridad ha calado entre los más jóvenes y, de hecho, obtuvo el 31,8% de votos de aquellos con edades de entre 18 y 24 años, frente al 15,5% del FG, según los sondeos.

El lento recuento de votos de los comicios, que comenzó ayer domingo, determinará el reparto final de escaños en la Cámara Baja de Dublín, de 160 diputados. El sábado se elegían 159, a los que se añade el del presidente saliente de la cámara baja, que es reelegido sin oposición.

Debido a los ajustados resultados previstos, los partidos necesitarán buscar apoyos para gobernar entre diputados independientes y las formaciones minoritarias, como los verdes o laboristas. El centrista Fiana Fáil, tras su oposición inicial, no descarta ahora pactar con el Sinn Féin, mientras que los democristianos del Fine Gael mantienen su rechazo por su pasado violento y sus políticas económicas, que tachan de populistas.

A este respecto, McDonald, quien representa a una nueva generación de republicanos sin relación con el IRA o el pasado conflicto, opinó ayer que el bipartidismo "sigue negando" la evidencia e "ignoran" el mensaje que ha enviado el electorado en estos comicios. "Quiero tener un Gobierno para el pueblo. Lo ideal sería un Gobierno en el que no estén ni Fine Gael ni Fiana Fáil. He empezado a contactar con los otros partidos para explorar durante los próximos días nuestras posibilidades", expuso la líder del Sinn Féin, la tercera fuerza durante la pasada legislatura, aunque a cierta distancia de FG y FF.

Con esas palabras, McDonald negó que se haya puesto en contacto con Varadkar o Martin, como habían informado erróneamente durante la jornada fuentes de su partido.

"Lo que sí quiero decir es que, de ninguna manera, aceptaré que se excluya, o se hable de excluir a nuestro partido, un partido que representa a casi un cuarto del electorado. Eso sería antidemocrático", subrayó McDonald.

Agregó que una parte del electorado le ha dado un mandato para resolver la "crisis de la vivienda", el deterioro de la sanidad pública y la precariedad en la que viven "muchas familias trabajadoras", quienes, dijo, no se han beneficiado de la "recuperación económica de la que tanto hemos oído hablar".

referéndum de reunificación En caso de llegar al poder, McDonald también ha fijado el objetivo de convencer al Gobierno británico para que acepte celebrar un referéndum sobre la reunificación de Irlanda, la aspiración histórica de los republicanos.

El brexit ha renovado los esfuerzos del Sinn Féin al respecto, después de que la mayoría del electorado de Irlanda del Norte, donde es el segundo partido regional, votó en contra de ese divorcio en el referéndum de 2016.

A una parte del electorado irlandés tampoco le ha gustado la "política del miedo" aplicada por Varakar durante la campaña respecto al brexit, en la que se presentó como el único partido con experiencia para lidiar con la siguiente fase de esta separación, cuando Londres y Bruselas negociarán su futura relación comercial.

Al mismo tiempo, la citada encuesta señala que el 51% del electorado consideró que FG y FF se equivocaron en su estrategia de negar una coalición con los republicanos, mientras que solo un 1% declaró que el brexit fue un factor determinante en su voto.