- El senador izquierdista Bernie Sanders, precandidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, seguirá en la carrera electoral pese a las últimas derrotas sufridas el superminimartes frente al exvicepresidente Joe Biden en varios estados del país donde se celebraron primarias. En una rueda de prensa, que pareció más un mitin, Sanders aseguró que su campaña está ganando el debate ideológico y el generacional frente a Biden, que ha conseguido un mayor número de delegados de cara a la convención demócrata de julio, de donde saldrá el futuro rival del presidente Donald Trump en los comicios del 3 de noviembre.

“Le digo al aparato demócrata que para ganar en el futuro hay que ganar votantes que representen el futuro del país. No puede ser que se satisfaga ganando los votos de los más mayores. Mientras que nuestra campaña está ganando el debate ideológico, estamos perdiendo el debate sobre quién es más elegible”, subrayó el senador por Vermont. En ese sentido, explicó que se ha encontrado con muchos votantes que le han dicho que respaldan a Biden porque lo ven más capaz de derrotar a Trump.

El martes, seis estados del país acogieron primarias y caucus, en los que Biden se hizo con el triunfo en Michigan, Misisipi, Misuri y Idaho, mientras que Sanders tan solo ganó en Dakota del Norte. El recuento era muy ajustado entre los dos rivales en el estado de Washington, donde el senador izquierdista iba ligeramente por delante. Como consecuencia de estos resultados parciales, Biden ha conseguido 177 compromisarios, frente a los 111 de Sanders, del total de 352 que estaban en juego en el superminimartes.

Los 125 delegados de Michigan, donde Biden obtuvo el 53% de los votos y Sanders el 36%, conforman el mayor premio electoral de la jornada. Sanders confiaba en poder repetir la victoria que logró hace cuatro años frente a Hillary Clinton en las primarias de Michigan, las más importantes de la jornada electoral, pero se quedó en segunda posición, lo que supone un duro varapalo para sus aspiraciones presidenciales.

De hecho, el senador por Vermont había centrado gran parte de sus esfuerzos de campaña en conseguir una victoria en Michigan que le diera un “segundo aire” tras las derrotas que sufrió en el supermartes de la semana pasada, cuando se produjo la recuperación de Biden.

Biden cuenta por el momento con un total de 823 delegados, mientras que Sanders tiene 663. Para lograr la candidatura demócrata en la convención de julio son necesarios 1.991 delegados. Pese a su desventaja, Sanders defendió que la mayoría del pueblo estadounidense apoya su agenda progresista y enumeró algunos de los puntos principales de su programa como la sanidad universal, el aumento del salario mínimo y un sistema energético sostenible frente al cambio climático. “Ganamos el debate generacional, mientras que Biden lo hace bien, sobre todo, con gente mayor de 65 años, nuestra campaña sigue ganando la amplia mayoría de los votos de los jóvenes, y no hablo solo de jóvenes de veinte años, sino de gente de treinta y cuarenta años”, dijo.

Biden y Sanders volverán a batirse el domingo en Arizona en el primer debate demócrata que acogerá su primer cara a cara, ya que en los anteriores había más aspirantes que se han ido retirando. “Trump debe ser derrotado y haré lo posible para que ocurra. El domingo, en el primer debate cara a cara, el público tendrá la oportunidad de ver quién es el mejor candidato para lograr esa meta”, zanjó. A pesar de que se encuentra rezagado, subrayó que se encuentra en cabeza en áreas que “determinarán el futuro del país”.

Es Biden, no obstante, el ve más cerca su nominación como el candidato que se enfrentará a Trump y se da por descontado que la diferencia entre ambos se ampliará y a Sanders le será difícil recuperarse. En las elecciones de 2016, Sanders arropó muchas ilusiones al comienzo, sobre todo por aglutinar el voto joven y con estudios, pero según fue avanzando la campaña fue desinflándose hasta tocar lo que los expertos llamaron entonces “su techo demográfico”. En esta campaña parece repetirse la historia y ha mostrado ya que ese “techo demográfico” sigue ahí, sin lograr atraer el voto afroamericano.

Insulto. Joe Biden insultó el martes a un trabajador de una fábrica de Michigan después de que este le acusara de querer eliminar la Segunda Enmienda de la Constitución, que reconoce el derecho a poseer armas de fuego. El obrero de una planta automotriz le reprochó a Biden haber visto un vídeo viral en el que él afirmaba estar en contra de la tenencia de armas. “Mentiroso de mierda”, le respondió el exvicepresidente del país con Barack Obama, según se puede escuchar en un vídeo capturado por un periodista.