De los 7 nuevos contagios diagnosticados hasta la pasada medianoche local (16.00 hora GMT del domingo), 3 fueron de transmisión local, 2 de los cuales se detectaron en Jilin, mientras que el restante se localizó en la ciudad oriental de Shanghái.

Tras la provincia de Hubei, cuna de la pandemia, el noreste de China ha sido el punto más conflictivo para las autoridades locales, que en las últimas semanas se han visto obligadas a cerrar la frontera con Rusia después de detectar un goteo de ciudadanos chinos infectados procedentes de territorio ruso.

Aunque en un principio este foco se limitó a la provincia de Heilongjiang (donde se llegó a construir otro "hospital exprés" para combatir el brote) en los últimos días han emergido nuevos casos de transmisión local en Jilin y en la vecina provincia de Liaoning, aunque en esta última ya no quedan casos activos, según la prensa local.

Los otros cuatro nuevos casos restantes anunciados hoy se diagnosticaron en la provincia septentrional de Mongolia Interior a viajeros procedentes del extranjero, los llamados casos "importados".

Desde el pasado día 11, la cifra diaria de nuevos contagios en China se ha mantenido por debajo de la decena.

Además, las autoridades sanitarias informaron de que, en el último día, se había dado de alta a 11 pacientes y se había sacado del estado de gravedad a otros 2, por lo que el número de contagiados activos en el país asiático es de 82, de los cuales 8 se encuentran en estado grave.

Así, el número total de decesos por la COVID-19oficialmente en China desde el inicio de la pandemia, y de los que 78.238 superaron con éxito la enfermedad y fueron dados de alta.

Hasta la fecha se ha realizado seguimiento médico a 740.054 contactos cercanos con infectados, de los cuales 4.970 continúan en observación, y de ellos, 4 serían casos sospechosos de haberse contagiado del virus.

En cuanto a los infectados asintomáticos, China registró 18 nuevos casos en este último parte, situando el total de asintomáticos en observación en 448.