El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha anunciado que este miércoles el ministro interino de Salud, Eduardo Pazuello, firmará un nuevo protocolo para el uso de la cloroquina, un medicamento usado frente a la malaria, como tratamiento de la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus

Ante los estudios que revelan posibles efectos secundarios de este medicamento, Bolsonaro ha dicho que, como parte de la democracia, "nadie está obligado a tomar cloroquina", pero él no tendrá cargo de conciencia si alguien quiso tomarla y no pudo.

"¿Quién sabe, verdad? Puede que sea un placebo, que no sirvió de nada, pero también puede que dentro de dos años digan que realmente funcionó", ha dicho Bolsonaro durante una conversación con el periodista Magno Martins y que han recogido varios medios brasileños.

Bolsonaro ha estado recibiendo muchas críticas por su defensa de este medicamento, incluso dentro de su equipo de Gobierno. Recientemente el que fuera ministro de Salud Nelson Teich, presentó su dimisión por estar en desacuerdo con el uso cloroquina para tratar la enfermedad.

No obstante, el presidente brasileño ha asegurado que Teich, de quien dice estar "casi enamorado", continúa en contacto con el Gobierno, asesorando al general Pazuello, a quien de momento prefiere mantener en el cargo al frente de la cartera de Salud, pues es "un tremendo gestor".

Su antecesor en el cargo, Luiz Henrique Mandetta, quien cayó en desgracia tras sus pronunciadas diferencias con Bolsonaro sobre cómo gestionar la crisis sanitaria, alertó hace unos días en una entrevista para 'Folha de Sao Paulo' del riesgo que suponía tratar a los enfermos de la COVID-19 con esta medicación contra la malaria.

Mandetta explicó que, tras utilizarlo en "pacientes graves que estaban en los hospitales", los estudios desvelaron que el 33 por ciento de ellos tuvieron que suspender el tratamiento "porque provocó arritmias que podrían llevar a una parada respiratoria".

"Quien fuera de derechas, toma cloroquina; quien es de izquierdas, toma Tubaína", ha soltado Bolsonaro, refiriéndose a un popular refresco de guaraná en Brasil.

El país ha superado por primera vez desde que estalló la crisis sanitaria el millar de víctimas mortales en un sólo día, 1.179, llevando la cifra total hasta los 17.971 decesos.

De acuerdo con las últimas cifras ofrecidas por la Universidad Johns Hopkins, Brasil, tercer país más afectado por la pandemia del mundo, también ha registrado este martes 17.408 nuevos casos, lo que supone un total de 271.628.

En la jornada de hoy martes, Sao Paulo y Río de Janeiro han registrado su mayor número de decesos en 24 horas. El estado paulista ha confirmado 324 y ya ha superado las 5.000 víctimas mortales, mientras que en la región carioca han habido 227 decesos adicionales, elevando la cifra total a más de 3.000.