"Turquía tomará lo que le corresponda en los mares Mediterráneo, Egeo y Negro, no haremos ninguna concesión. Si (Grecia) quiere pagar un precio, que vengan y nos enfrenten. Si no tienen el coraje para hacerlo, deberían apartarse de nuestro camino". La amenaza del presidente turco Recep Tayyip Erdogan de iniciar un conflicto armado en el Mare Nostrum ya es una realidad.

Erdogan ha pronunciado estas palabras este miércoles, cuando Grecia, Chipre, Francia e Italia han iniciado maniobras aeronavales conjuntas en una amplia zona marítima al sur de Chipre, como parte de la cooperación entre los cuatro países para abordar las crecientes tensiones en el Mediterráneo, informó el ministerio de Defensa heleno.

Bajo el nombre de EUNOMIA medios aéreos y navales de los cuatro países realizan desde hoy hasta el viernes distintos ejercicios, entre los que figuran simulacros de operaciones de búsqueda y rescate.

En un comunicado, el ministerio de Defensa griego señaló que la cooperación del cuarteto responde al incremento de tensiones e inestabilidad en el Mediterráneo oriental "por los prolongados conflictos en la región, así como por el aumento de las fricciones en diversos temas relacionados con el espacio marítimo (fronteras, migraciones, etc.).

"Estas tensiones se ven agravadas por el descubrimiento de recursos naturales en el mar, una situación que ha dado lugar a repetidas violaciones de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS), así como del derecho internacional consuetudinario, que es vinculante para los países que no lo han firmado".

El ministerio aludió con ello, sin mencionarlo explícitamente, al aumento de las tensiones entre Chipre y Grecia, por un lado, y Turquía, por el otro, por las disputas de las plataformas continentales, las zonas exclusivas económicas y la explotación de hidrocarburos.

Estas nuevas maniobras se celebran un día después de los ejercicios llevados a cabo por Grecia y Estados Unidos al sureste de Creta, por un lado, y de Turquía, un centenar de kilómetros más al oeste, en compañía de un destructor italiano.

El ministro de Asuntos Exteriores alemán y presidente de turno del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Heiko Maas, intentó con poco éxito rebajar las tensiones, para lo que viajó este martes a Atenas y Ankara.

Maas pidió a ambos países que retomen el diálogo y les advirtió que jugar con fuego es altamente peligroso y cualquier "chispa puede llevar a una catástrofe".