- China trazó ayer sus líneas rojas para reparar las maltrechas relaciones con Estados Unidos y le pidió a su nuevo presidente, Joe Biden, que rebaje el tono contra el país asiático, tome ya algunas medidas y evite crear “nuevos obstáculos”. Las condiciones de Pekín pasan porque Washington deje de “difamar” a China con ataques que el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, tildó ayer de “maliciosos y completamente injustificados”, durante una rueda de prensa celebrada en paralelo a la reunión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo). A ojos de Pekín, EEUU debe deshacer los entuertos que creó durante la era de Trump, y la primera tarea para Biden es que dé un paso al frente y suprima los “restricciones irrazonables” de su predecesor, en referencia a los aranceles que este impuso a productos chinos.

Wang Yi tiró un dardo a Washington por sus “injerencias” en los asuntos de otros países. El diplomático reiteró que ambas potencias tienen que comprometerse a “no entrometerse en los asuntos internos del otro”, en respuesta a una pregunta sobre posibles críticas de Washington a cuenta de la reforma electoral en Hong Kong que prepara la actual cita de la ANP. El titular de Exteriores indicó que dicha reforma es “absolutamente necesaria para garantizar la estabilidad en Hong Kong”, mientras que sobre la situación de los derechos humanos de la minoría uigur en la región occidental china de Xinjiang, también objeto de críticas por parte de Washington, resaltó que “las acusaciones de genocidio carecen de sentido y están basadas en rumores propagados con malicia”.

Otro punto de fricción es Taiwán, que se gobierna de manera autónoma desde 1949 pero cuya soberanía reclama Pekín: “Esperamos que la administración Biden se aleje claramente de las prácticas peligrosas de su predecesor”, advirtió Wang. Sin embargo, sus respuestas también dejaban espacio a una reconciliación, siempre y cuando Washington acate las condiciones de Pekín.

Los líderes chinos ya han reprendido a Biden por “intentar desacoplar las economías de ambos países por la fuerza” después de que el mandatario anunciase una nueva política para revisar la estrategia de suministro estadounidense en algunos sectores clave.